miércoles, 14 de diciembre de 2011

Prefacio / 1-5


Tikkum o Tzadik / El Librepensador / LIBROS / Epica de San Sebastián del Pepino / Epica 2 / Lope de Aguirre y los paraísos soñados / Hideggerianas / Poemario / Las hienas (1 al 10) / Del 11 al 20 / Del 21-31 / 32-40

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No es el camino del Zorro eterno / el de la hiena caníbal que, en la piel del tiempo, / se conforma con carroña, con historia sin proyecto, / con vuelos nocturnos, brujerías que la engaña / con demonios de rondalla...
(«La hiena moderna», Heideggerianas)

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Carlos López Dzur
LAS HIENAS
Editorial WHO
2012


Prefacio / Para hacer una isla

¿A quién le pido permiso para ser poesía
si no estoy loca, si la vida me agrada
y veo a la muerte lejana y tranquila
en algún recodo de vejez? [...}
¿Cómo puedo pretender siquiera no aburrir
no provocar bostezos si al final de este poema
no le pongo término a mi existencia?

Alicia Fontecilla Aravena,
poeta chilena

En medio de todos los mares de amargura y alegrías, duda que se pueda hacer una isla construída sobre el sentido. El ser del proyecto. Lo gratanente futurizable. La temática de su virtud. El hombre que aquí la habita se cuece como si fuese una vianda dentro del caldero. El tubo de la Vía Verde, el tubo de la muerte, es el recto / tube(r)culo / hacia los Grandes y Enrollados Intestinos del Caribe. El iba, con este pensamiento, a pie por una calle costera de la Zona Hotelera, a pie con la idea de matarse, sin conseguir el suficiente valor para hacerlo. Ya no es noticia el suicidio en San Juan. Ni en cualquier parte de la zona metropolitana, o aún la ruralía, se echa de menos al prójimo.

Se detuvo donde hay unas grandes bolas de concreto sobre un césped. Según algunos, asemejarán huevos de tortuga, dividen la avenida en dos carriles opuestos. En realidad, ¿sabe alguno si los huevos son los cojones de Dios o cascarones empollados de la Gallinaza de Tío Sam? Gallina gigantesca (ah, tiene que ser federal) cuyos huevos han servido para subvencionar la pobreza de los residenciales públicos. Se detuvo porque se asomó a la conclusión de que en Puerto Rico no hay babilla ni cojones. Sin embargo, poquito antes o en medio de la gobernación de Sila Calderón, se puso de moda una onda retórica de soberanismo.

Los consabidos colonialistas la sacan de sus bolsillos como carnet del valor, el coraje, la babilla y cojones, que les faltan. Esto es parte de la amargura del suicida que no se acaba de matar. ¡Burda gesticulación! Escuchar cómo se juega con una palabra como tal, siendo tan pocos lo que kla entienden como lo que es.

Desde un automóvil, varado en la Avenida, un locutor cita a Aristóteles: «La moneda no engendra moneda». El tema es el cobro de intereses en los préstamos: Aristóteles se opuso y vaticinó la crisis que se condujo positivamente hacia la democracia cuando la usura estalló como ebullición de codicias y mala voluntad entre empresariados plutócratas de la Antigua Grecia. Algo parecido ocurre en el mundo de hoy. Sólo que ahora dan ganas de morir.

Uno no está preparado para el cinismo que observa alrededor. Va a perder la casa por causa de las malditas hipotecas tóxicas. Está sin empleo y no sabe, no aprendió a ser cínico como otros, para poder vivir. Escucha en voz de algún experto que asesora en la radio lo que él mismo medita: Que la gente se ve obligada a vivir en «un mundo de zozobra, agresión, guerras, terrorismo y mesianismo», «la dictadura de los banqueros» y no debiera ser así, no debiera ser así.

En este mundo, que le quita la casa que pagaba para sus padres, los reguladores del sistema financiero están al servicio de los bancos, de los especuladores y de las agencias de calificación del crédito. Cuanto esté a favor del interés público y la familia trabajadora, los bancos la desaprueban. Legislación bona fide la desaparecen en favor de lo que que ellos prefieren.

Recuerda el día en que comenzó su tragedia. Presentó una querella ante la Policía en torno al incidente que vivió en el Aeropuerto Luis Muñoz Marín, junto a un amigo dominicano. Regresaron a Puerto Rico, el dominicano huyéndole a lo que hoy es llamado The Homeland Security y a un pasaporte que tendrí que ser renovado. Fue uno más entre candidatos a deportación por la Secretaria Janet Napolitano. Uno cansado de promesas de amnistía, de acusaciones de ser uno entre siete millones de inmigrantes empleados en los EE.UU., pese a ser indocumentado, uno de los que se beneficia cuando hay 14 millones de norteamericanos / legales, «by birth», uno cansado de oír que «deportation numbers are 'deceptive» y que yéndose voluntariamente hace un favor a millones de estadounidenses que tomarían los empleos, «if the nation's immigration laws were enforced».

Como él tiene varias hijas nacidas en los EE.UU., casi siempre, cuando lo han apresado sin evidencias de un ingreso legal, opta por la salida voluntaria y le informan con engaño que «voluntary removals is a process that will also make it easier for illegal immigrants to return to the U.S., illegally». Se exalta, con su inglés taíno-arauaco, enseña pasaportes, se lo dañan, se lo quitan. No le cree. Nunca le darán la ciudadanía por odio y por antipatía. Y ésto sucedió, ahora que está con amigo, que habla con un inglés más eficiente, amplio, casi impecable.

El suicida sin babilla regresó porque aquí paga una hipoteca y se atrasó unos meses; pero fue al Norte, a New York, y recaudó el dinero. Ha trabajado mucho por tener este lugar lejos de los caseríos.

En el Aeropuerto, a la llegada a la isla, ambos se rieron de buena gana. Aminoró la tensión. El quisqueyano no tuvo problemas de ingreso; siquiera le pidieron el pasaporte nuevamente. El pasaporte caducaba en unas horas (y fue la razón para esquivar The Homeland Security). Como coladera de la inmensa dentadura blanca, fluyó su risa a mandíbula batiente. Y su amigo lo premia: «Te llevaré al Caserío Nemesio Canales. Ahí tengo amigos para que te quedes esta noche».

Prohibido reirse así. Avanzaron hacia un estacionamiento

El dominicano, con negras mandíbulas, ya está tambaleándose con un bolso de ropa colgado al hombro, lo tiran. Fue empujado y los maleantes son cuatro importunos. El puertorro que pregunta:

«¿Qué puñetas les pasa, men?»

«¡Que nos gusta ese amigo tuyo, el bembón!»

«Que no nos gusta que haya personas que pongan a dominicanos antes que boricuas».

«¿Que los ponga dónde?»

«I mean, like Obama administration, one who continues to put illegal immigrants before the American people!»

«¡No me digan que son del The Homeland Security!»

Uno de los cuatro cometió el error. Mostró una credencial de federico, ex-agente de la Aduana Federal. Era el único que hablaba inglés entre ellos.

«Shut your mouth and watch!»

Le dieron una paliza a patadas. Previamente, le golpearon la cabeza con cachiporras, mientras al puertorro lo hicieron presenciar todo, mas encañado en las sienes. El dominicano murió a consecuencia de los golpes. El suicida, sin babilla, perdió el empleo porque quiso hacerse el valiente y decir todo cuanto dedujo: Que cada año es preferible deportar a 396,000 'illegal aliens' que esperarar que entre a los barrios continentales de San Diego / El Paso / New York o al Grande y Enrollado Intestino del Caribe y matarlo frente a sus narices... No había necesidad de hacerlo. ¡Matar por odio / bola de narcos / protegidos por la Aduana estadounidense!

Un burócrata local de la Aduana le dijo que al 65% de los inmigrantes se les deporta. «¡No se meta en líos! No diga que Homeland los mata. Eso. No tenga la boca muy grande». El problema es que él vio el crimen y, desde entonces, las piernas le tiemblan como un tembleque y la tristeza lo ahoga porque se siente en un cakldero, hervido como vianda, y toda el alma le sale como pedos calientes, vapor de disolución hacia la podredumbre externa... y ahora que se habla sobre la construcción del Gasoducto, lo fascina la muerte. Además, por razón de atrasos en la hipoteca, rondan su casa. Quieren callarle la boca. Hacer que firme una declaración de que no existió un agente de la Aduana, capaz de mostrarle su antiguo carnet de servicio, y colocar el cañón de una Colt M-1911 en las sienes.

Se detuvo donde hay unas grandes bolas de concreto sobre un césped. Es el extremo final de los testículos de Dios. Han cambiado el tema de la usura y del modelo productivo corporativista que no origuna empleos, más debe esperarse del cooperativismo programático. No es el tema. Se elucida en este instante sobre el militarismo y el grado de desprestigio de la ONU, tal que si viviera el Presidente Roosevelt se revolcaría sobre la tumba y ordenaría el inmediato retiro de la representación norteamericana de ese organismo de marras.

Pero ya la vida no le agrada, antes sí. «Se puede hacer una isla», le decían sus padres. La economía, aún no descarrilada a este punto, les hacía valedero y validable el cálculo hedonista («felicific calculus») del principio de la «felicidad del mayor número». No hay pánico donde la norma de la utilidad es generosa, como con Bentham o su alumno, John Stuart Mill.

Ahora sí había pánico. Hay menos generosidad entre los hombres. Es el fin de la época de políticas de buen vecino y el comienzo de la valoración subjetiva de cualquier pago por tasas de interés y lo que cada quien, en determinadas circunstancias, llamara ganancia en justicia, fijación de un precio, impuesto tributable, tipificación de un delito. Bentham no es el mismo. Ahora está a favor de un extenso e intenso intervencionismo gubernamental en la vida de otros en su comunidad, ¡Defiende el libre mercado!

Aquellos padres sanjuaneros, hijos de emigrantes que bendijeron el optimismo de Mirabeau y la evolución optmista de la historia mperfectible ahora son como Bentham, temerosos de la suerte aciaga, perder la casa, la seguridad y la paz. Ahora la dicen que la sabduría básica que debe adquirir un hombre cuakquiera es tener un espacio vital garantizado. Olvidarse de los pajaritos preîados. El, suicida sin babilla, distinto a sus padres, no se ilusiona con otra cosa que la poesía, la belleza del avatar histórico, los paisajes naturales y sus héroes, se resiste a ceñirse a la observancia que lo arranca de la imaginación.

El sí tenía sueños soberanistas, no como los gestiduladoreas. Se estudió muy bien al capitán Pedro de Loizaga y el apoyo que le dio el Regimiento de Artillería de Granada cuando en 1835 intentó un levantamiento militar en San Juan para imponer la Constitución de Cádiz de 1812. Y los padres, antiguos liberles de cepa venezolana y bolivriana, ahora son la prole que dice a otra prole: «Pero Loizaga fracasó Sus planes fueron descubiertis por el Gobernador Miguel de La Torre (1822-37) y es, por lo que ya discutimos, lo mismo discutido por Mirabeau y Bentham, sobre la Revolución Francesa, la violencia de los jacobinos y la crisis de los valores y el discurso de los derechos naturales... La tiranía y la anarquía nunca están muy distantes. Hijo mío, más que bueno es De La Torre que sólo desterró de la isla al capitán Loizaga. Pudo matarlo. Y, por desgracia, el derecho a matar se lo abroga el Estado... El rey Jorge III estuvo más interesado en una fuerza de policía eficiente para Thames River que en el Panóptico carcelario ideado por Bentham. Se acabó el welfarismo y el espacio vital. como esta casa apartada del panopticon del caserío, , por desgracia, hay que pagarla y cada vez es más caro que lo hagamos... Hemos querido ser libres y que nadie venga a pedirnos silencio, pisar viejos ideales... Estamos leídos en la conciencia de todos esos políticos, nuestras amistades. La casa no la podemos perder y vivir en caserío es odioso para nosotros, ¿ah?, porque: ¿acaso no es como la Penitenciería Nacional / el odioso Panopticon gubernamental, subsidiado por Santini y sus corruptos ¿ah?»

Antes a la estrechez de su mundo, él la obviaba. Se iba lejos, se absorbía en la tarea de trabajar en el campo y aprender de un huerto y de economía sustentable. Los días pasaban volando sin tedio. Mas ser maestro de escuelas en Puerto Rico pagó muy poco, a quien no quiso entregar el terrenito en el campo. También lo sofocó el acoso de los padres, amantes de lo urbano, la vieja gloria ancestral de su apellido. Y el gobierno se tragó la queja, se burló de él cuando dijo: «Yo sólo quería un pedacito de casa y tierra en el campo». Vio, junto a la familia, la volatiidad del oro y el dólar, y se rompió los huevos , como una tortuga y, tarde o temprano, terminó en el panóptico de existencialidad y tiempo, temiendo el embargo y el desahucio.

«Stocks has wrecked portfolios. Historical investment methods have been rendered useless», le explican los ladrones que codician su casa y su terreno. «Que sus pafrones son unos gastones. Aman lujos, fiesta, presuncionería. ¡Qué comnunistas extraños, qué cabrones, perdóneme usted, porque son sus padrecitos!»

Se detuvo donde hay unas grandes bolas de concreto sobre un césped. Quería cruzar hasta los huevos y patearlos hasta romperse el pie y las rodillas. No trabajar es como estar tullido de veras y, entonces, cruzó de la acera al otro andén y pasó un Mercury rojo y lo pisó bajo sus ruedas, después del primer impacto que lo voló diez pies antes de la caída.

*

Capítulo Uno
Las Vacas Gordas y la Muñeca de Trapo

Vendría un momento en que Luis Fortuño ya no soñaba con Vacas Gordas... fue en los días en que Rosselló anunció que se reelegiría. Entonces, Luis, su correligionario, aspirante a la sombra, recordó que siempre lo ha visto como rival. No hay por él admiración. Y, de hecho, por resentimientos y egos, son dos jueyes que no caben en la misma jaulita. O cueva en la arena.

Ed Gillespie, presidente del Comité Nacional Republicano, había apostado por Fortuño en 2003 para que fuese Comisionado Residente, porque esa es la Guarida del Elefante republicano en cubujones isleños.

Es de mala suerte mncionar a Puerto Rico como un territorio colonial. Total, se está en tiempos de retórica soberanista, whatever it meant.. Se aconseja para la Comisionaduría otro término feliz. Sea pues ElDorado que han de buscar los nuevos colonizadores de la política posmoderna boricua. Estos son quienes ya no cantan el Lamento del Jibarito. Se sienten tan orgullosos de poblar Guaynabo, como capital financiera, sede de los super-conservadores que habitan mansiones y conocen a ciertos secretos, que les permite alternar entre dos mundos, la Isla y los EE.UU.. Hay quiebes ganan $250,000 (o más) por año y no pagan un dólar de impuestos.

Y son individuos, al menos al 47%, a quienes Uncle Sam les permite un privilegio en la planilla federal: «paid zero taxes and to fleece them at their regular tax rat» de otro modo que ellos pagarían problamente. Had to pay a minimum of $87,500». Los expertos fiscales / asesores corporacionistas / políticos y de evasión de impuestos / de la Ivy League. les han enseñado la infinidad de hidden loopholes que como tesoros compensatorios / para no pagar / especular y evadir / se esconden en el monstruoso volumen de 70, 320 páginas del IRS Tax Code. Roselló, como Fortuño, y los ejecutivos de Gabinete / secuaces de ese partido, se benefician de estos conocimientos.

«Las cosas estarán duras para el ciudadano común; pero, me parece que no eres un ciudadano común», le dijo Ed Gillespie. Le dijo que el jefe de los malindrines tendría que huir como un prófugo, pero si es terco, por quedarse a competir, más vale que se enfrente a la Muñeca de Trapo. Luis pensó que Gillespie hablaba de Sila Calderón; con el tiempo se dio cuenta que se refería a la Magia Esotérica que tiene el Cobo Santarrosa en la televisión de Puerto Rico y convite que Rosselló rehuyó al decir: «Yo no hablo con muñecas».

Fortuño si fue. Enfrentó a La Comay con más suerte.

En la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, el segundo mandato electoral de más peso en Puerto Rico, es estarse ahí, cantando los mantras a la Reina de la Riqueza. Sin el pintorresquismo nostálgico de Tello Gracia, or Diaz Alfaro's folk tales. La Comisionaduría residente es la mejor escuela. «Confórmate por de pronto con eso».

Fortuño identificó la cara de Rosselló. Ese es quien, en el PNP, le echará sombra y tierra encima. Después de su paréntesis de cuatro años, planteó el envite del tercer mandato, y Gillispie cuando Luis lo conoció conoció, [pidiéndole asesorías, le dijo. «No lo odies, pero no lo ames», algo que sólo decía a quienes, por su impulso de volar, no refrenan su antipatía manifiesta.

«No te digo que gatées ante él y seas sumiso, sino que entiendas que hay un momento para todo. Siempre el momento de darse gusto, sentirse vivo y presto a quitar del medio al enemigo, sabiéndolo hacer, llega. No te azotes antes de llegar. Paciencia». Le dijo: «Nunca se debe gatear cuando se tiene el impulso de volar».

Y como Ed era schopenhaueriano, con los mismos dejos védicos a los que Schopenhauer se adcribía, le explicó lo que el Eso (Térico) no le dijo sobre la Gran Puta del Deseo / Reina Sri Lakshmi, y otras muchas cosas.

Ella es la verdadera dueña de los Lotos, incluyendo el de los megapremios de la Lotería. Es la verdadera dueña del Deseo, que es la verdadera esencia del hombre, como enseñara el Vedanta, Baruch Spinoza, Schopenhauer u otros.

«Así que el Loto de Brahma también pertenece a Lakshmi; pero los invasores arios se lo quitaron. El Norte patriarcal de invasores, yendo al al Sur. fornicaron a la Madre de todos los seres creados. Le quitaron el poder, el báculo, cada símbolo y le comieron la vulva, que es el receptáculo donde hay una noción de Deseo / Poder / Gracia... Todo está en esa Vulva-Loto de Lakshmi: todo de todo, luz, sabiduría, fertilidad, generosidad, buena suerte, devoción y, claro está, en cuanto es Mahalakshmi, ella elimina las penas y miserias de la falta de dinero.

«Quien sólo desea a Lakshmi como Prajna Paramita, o personificación femenina de Buda, deja de disfrutarla como el ser más práctico. La pone sumisa a los pies de Visnú. Le neutraliza o bloquea la riqueza que ella trajo. O puede traer. En los himnos del Rig Veda, ella es antromórficamente una reina de belleza, una Playmate of the Year y la mujer de las hembras que puedas tener, pero tenemos una mentalidad de invasores y de embaucadores. Nos gusta sentarla sobre el hermoso Loto, o en medio de un jardín de flores, mas no subirla al Elefante... vea, no observamos que el órgano generador femenino a través del cual todo lo existente sería parido es lo que abre el camino a toda sustanias en el universo... y esa sustancia es el aspecto maternal y creativo de lo Absoluto y es toda la riqueza de la Tierra. Es el Loto de mil pétalos de oro radiante como el sol. Observa entonces, lo que voy a hacer, después de leer uno de los Khilas del Rig Veda... Monta, trepa a tu mujer sobre el Elefante. Ténla siempre en la nómina de todo lo que hagas, házla parte de tu carrera y olvídate de la libertad como sensación. Házla prurito y picor real en tu hembra. Busca la Jaula de Verdad para meter tu pájaro subjetivo. Ella lo hace objetivo».

¡Qué agradable fue madrugar en la mañana, después de quedar dormido y superar la pesadilla con las Vacas Flacas! Con una llamada telefónica que hizo a Ed, su estratega, consultarle sobre si conviene que renuncie a sus cargos, ya que es la tercera vez que Roselló le muestra mollero, como diciéndole «si de mí dependiera, jamás te dejaré ser Gobernador ni que seas tú quien traigas la Estadidad».

«¿Renunciar? ¿Estás loco? ¿Dejar el trabajo tirado? ¿Declarar que eres odioso ante él? ¿Un traidor? ¡No!»

Y, esa misma mañana, Luis consultó con su Prajna Paramita, o mejor decir, su budita casera, la mujer... porque Doña Luce quiere darse como representación de prosperidad en su vida. Se apena cuando advierte que él sueña con la desesperanza en Puerto Rico, como si profetizara la Era de Vacas Flacas.

Siempre prefirió que él se desligara de Romero Barceló antes que de Roselló. Y, seguido ésto como buen consejo, lo hizo. En 2003, anunció la candidatura a la Comisaría residente. Romero forzó primarias intermas y se dijo que Fortuño sería como e; traidor, dos veces traidor. «Con el dolor de mi alma, desafío a Romero» y ganó. Luis fue el candidato de papeleta al lado de Roselló para la Gobernación y, claro está, en el periodo de Vacas Gordas rosellista, hizo lo que pudo hasta que terminó el mandato.

«... pero ya no quiero más a Roselló. No una tercera vez» y la Doña Luce le dijo lo mismo que Ed Gillespie. «No dejes el trabajo bota'o». Mas la contienda del 2008, «que sea tu venganza». Los rosellistas habían inscrito en la Comisión Estatal de Elecciones la Organización Pro Gobernador Estadista, que impulsó la elección del ex mandatario por nominación directa y le dejaron un mensaje muy claro a Fortuño. «Tú no traerás la Estrella #51. Tú no puedes ser padre de la Estadidad. Esa es la misión de Rosselló».

Fue tan ridículo para algunos cómo las alas perturbadas de la Derecha Religiosa en el Partido, a la cabeza de Wanda Rolón, la apóstol, como se hace llamar, seguida de una hueste de 'comunicadores', jubilados en aras de favores polëticos u evangéiicos caza-fortunas, llamaron a Rosselló el Mesías.

«No dejes que el Demonio te bese. Luis. Ni dejes que la Muñeca de Trapo te amedrente».. Por orgullo o miedo, Rosselló no fue a cumplir un ritual necesario y perdió las elecciones. Los verdaderos demonos, como moscas, se fueron aproximando. Lucy Vela recuerda la sombra del primeto de ellos, rondándole la casa. Dijo que el pastor Aníbal Heredia Burgos le vino con el cuento, primero que a nadie, que Fortuño habëa sid enviado por Dios para Salvar a Puerto Rico de la debacle. Lo llamó profeta. Por poco lo echa de la casa. Sabe a que llegan estos buscones insolícitos.

«Vamos a tomar un receso para nosotros; pero en 2008 pelearemos juntos contra quienes, desde que llegaste de Washington, te han descrito como agente divisor. y pagado con insultos», dijo a su esposo. Y entonces, oyéndola, de veras Luis acreditaba la visión de que su esposa sería como Lakshmi, no una criada doméstica. No entendía todavía cuando él la llamó Srí Lakshmi Vela-Gutierrez, en vez de Licenciada Vela, pero, practicó una gesticulación de Mahayana, la que simbolizaRA el loto en la mano.

Y ella se puso cachonda y le dijo, al mostrar la puerta de su sexo, que con mucho placer ella le sería la entrada al mundo material, así como puerta de salida del mismo, mas si conociera que con otra mujer él es infiel, le trasmitiría una salasón que se llevaría el carajo.

«¡Ah, no te enceles sin causa! Cuando fijemos la oficina en Washington, vas a comprender un poco más las cosas que digo, sin querer! La verdadera historia de mis pesadillas aún sin contar».

Estaba seguro de que derrotaría a Romero Barceló, se iría a la Capital Congresional y, por lo mismo, no esperaba que Lucé Vela se convirtiera en la «La Culminación de la Virtud» o el equivalente femenino de Buda, por la renuncia a su ser biológico, a los deleites terrenales o los dones materiales,. No. Al contrario, quería que rompiera el molde y aprendiera la misión de la Lakshmi que es reina de la riqueza.

«¿Qué te pudo haber asustado? ¡Vencerás a Romero!»

«Lo sé, pero Lakshmi no!»

Antes de verse tragado por una filosofía de la desesperación, cuando era meramente Luis Guillermo, sin galas de apellidaje de Buena Suerte / Victoria, / Consumaciones Aparatosas / tenía hasta más aceptación en la vida. En secreto tenía un amuleto de la diosa con el loto en la mano, sentada sobre el Elefante. Tenía fe en la objetividad de ese símbolo. Siempre estudiban cómo defender del fisco esos ingresos devengados. Era, entonces, todavía un burócrata que necesitaba de los secretos escondidos entre las 70,320 páginas del IRS Tax Code.

Pero el anuncio de Rosselló, los insultos de verse en una campaña de elección, acosado por hienas que esperan ver su cabeza de elefante flaco, hecha loncos sobre el fango de las sucias campañas electorales de Puerto Rico, le ocasionaron pesadillas. Esta experiencia asquerosa de competir le hizo pensar que él no iba encima de un loto luminoso. Es siempre

Hasta que comprendió el símbolo de la mujer en la imagen.

«Ereas tú», le dijo besándola.

Del 1994 al 1995, al parecer no había en la isla ninguna criatura sobre la Tierra que supiera más del venderse y mercadear lo propio y ajeno, tratarse a sí mismo como un producto que él. Abogado corporativo Luis Guillermo, acreedor de las Ejecutorías Distinguidas y Emprendimientos premiables en el Servicio Público o el privado. Los ejecutivos de ventas del Norte al Sur lo llamaban el Nene Lindo de la Compañía de Turismo de Puerto Rico y de Desarrollo Económico. En sus manos tenía lo más divertido para jugar al inventario de políticas públicas y su jefe auspiciador, el Gobernador Roselló se lo puso en las manos.

Sin embargo, cuando en 1996, Roselló quiso reeligirse y anunció que lo haría, Luis cayó en una crisis de desesperación. Tendido en la cama despertó. Soñó con las Vacas Flacas y Elefantes voladores y él, rehusor de malas palabras, máxime porque tiene tres trillizos en la edad en que se le pega todo, las gritó y erandemasiado sucias para reperirlas

«¡Ese maldito faraón me mandó el hambre!»

Honestamente, Luis Guillermo creía que Rosselló enviaba sistemáticamente al país, este 'egipto' caribeño (por decirlo de algún modo arquetípico) a la miseria. La pesadilla despertó a Lucé, su mujer, y vio que los hijitos invadieron la recámara matrimonial por la curiosidad de oír la estampida de vulgarusmos angustiosos y desesperados en la boca de éI... mas les tranquilizó.

Y Doña Lucé dijo: «Vuelvan a la cama, niños. Su padre tuvo una pesadilla». María Luisa, trilliza de seis añitos o meses menos, reflexionó: «Algún día papá tendrá que explicarnoa». Y caminó lentamente hacia la alcoba, mientras Luis Guillermo hundía su cabeza cómodamente en la almohada:

«Quiero volver al ejercicio privado de las leyes. Rosselló me hartó».

«¿Vamos a discutir eso mañana? ¡Es noche! ¡Estoy cansada!», dijo ella.

Luis sonrió. Rememoró la visita que hizo con Pierluisi al Eso(Térico) de Capitol Hill. Este decía (y Ed se lo confirmó) que el verdadero significado de un Elefante / si bien es Fortaleza y Abundancia, / la verdadera diosa que se siente sobre él es una Hembra Lúbrica, Lakshmi. Todo lo que apetece, o urge, riqueza es prefijado o subfijado auspiciosamente por Sri Lakshmi. Rajya Lakshmi es la riqueza del Imperio.

Aún la paz mental necesita de una riqueza. Esa mujer, según el Eso(Térico), es siempre alguien que se escoge por esposa, así como Visnú la escogiera. «Ella la fuente de fortaleza aún para el Señor Narayana».

Piensa que Lucé Vela y vela como quien entiende su rol oculto de Lakshmi, diosa de la riqueza, de todo lo que se percibe u observa. Es de lo que deriva en sánscrito, el nombre de la diosa.

LAKs, en los escritos védicos, es referencia a Lakshyayidhi Lakshmih, «ella es la que tiene el Objeto y la Meta» para sacar a la persona / el pueblo / del muladar y la podredumbre. Ese olor que se impregna al sueño pesadillesco y por lo que Luis odiar comerse esa caca onírica. Laks significa que la Meta / el Objetivo / la Señal / no lo tiene él, sino ella, que percibe con el rigor objetivo lo que él teme, o sueña, por no atreverse a decirlo. El es un faraón asustado.

Bien, ahora que ha decidido algo tan importante, terminar su periodo con Roselló y competir contra Romero, «subiré al Elefante. Que mi Luce se trepe también». Rompera el molde y aprenderá a darme sus secretos. Y, de hecho, la esposa abogada de Luis Guillermo se lo dijo: «Si me lo permites y logramos la Victoria en el 2008, seré la más próspera y mejor pagada Pimera Dama que haya tenido Puerto Rico».

De hecho, ninguna otra antes se ganó un centavo pagado por corporaciones públicas ni engorsó su alcancía personal. Fue la única.

*

Capítulo Dos
Lecciones sobre nuestros nombres

Y Luis Guillermo se encontró conversándole sus intimidades a Ed. Otro amigo, pero a quien conoció en una firma cabildera, la de Jack Quinn. Durante esta etapa en su vida, se sentía heroico y digno de emplearse en un bufete legal, el mejor que hubiese en Hato Rey o, mejor, en todo Puerto Rico. Todavía no había decidido, con la certeza de Pedro, meterse ya en serio a la política. La política le gustaba; «pero la política en grande; la del Primer Mundo». Pedro le daba el convite.

«Roselló nos necesita».

Sin embargo, es la política estadounidense dentro del Partido Republicano la que él mira con interés. La colonia de Puerto Rico, hasta para él mismo, es rasero desprecianle. Para afinarle una visión, el nuevo amigo Ed le dio muchos consejos. «Deja de utilizar esas palabras, colonia. colonialista, colonialismo... No digas esas cosas. Eso ahuyenta a la gente, a inversionistas y correligionarios. Eso es como dejar que, en la Administración de Bush, sus enemigos le comparen su lucha contra Al-Qaeda con Vietnam. Vietnam es una mala palabra y colonialismo es una mala palabra. Las malas palabras desnutren la representación del poder. El mundo como voluntad y representación. Aprende a comunicarte, Luis».

Quien lo espabila es el estratega Edward W. Gillespie, ex-consejero de George W. Bush y la firma Quinn, Gillespie & Associates. Este sí era un joncho exitoso y en su firma se habían recibido tajadas de abundancia lucrativa de la vicepresidencia de Al Gore.

Ed se ríe de las bobadas, insensateces que Luis Fortuño se toma en serio. ¿Es o no un hombres inteligente o es sólo uno superficial? ¿Pinchoncillo en política todavía? Se evidencia. Que un abogado, con su título adquirido de la Universidad de Virginia, haya tomado en serio sueñitos con vacas, gatos, perros o elefantes flacos, le parece delirante e infantil. Una pérdida de tiempo. Hasta es preferible que sea un tonto confeso y poner unos billetes en su campaña que el que parezca un pedante que se llena la boca con las ínfulas de idealismo, o de tener el derecho de echar pedradas o patadas en el culo a esos animalejos con que sueña. O colonialistas que lo disgustan.

Además, ir con el amigo Pierluisi Urrutia al kiosko de un charlatán, más ignorante que ellos mismos, ir con el fin de pedirle 'revelaciones', «¡ah, no! Esto es para reirse de los dos». Es ridículo. Luis se siente cohibido. Es la segunda vez que habla con Ed. La primera que se entienden a tal grado que se llaman amigos.

No obstante, Ed le recordó una frase que se dice en Puerto Rico, por igual. ¿Amigo? Amigo un peso en el bolsillo. Ed Gillespie, ya que se ha mofado tan descaradamente de Luis, que está decidido a dar un paso mayor en la política, le dijo que no se tome la vida tan en serio. Lo que hace a un hombre exitoso no es perder el tiempo con resentimientos o rumores inútiles, o con imágenes inconcientes, de lo agradable y desagradable. Entonces, le cita a Arthur Schopenhauer. «El destino mezcla las cartas y nosotros jugamos».

Significa que el hombre sensato, el que es homo politicus y único digno de sus triunfos, aún si se llamara Piece of Shit, no menospreciaría su nombre. No. Si se llamara Miseria / Vaca Flaca / no menospreciaría su nombre / porque el Destino es quien baraja las cartas.

«Se juega o no se juega, Luis. Esto es, si no crees que el riesgo es la esencia de la vida, ya has perdido. La verdadera hija de Júpiter / la Grandeza / es una totalidad de Destino, que incluye el riesgo. Dicen que Tijé / la fortuna / Fors Fortuna / es ciega como la Justicia. No tiene que ver necesariamente con la esperanza de lo bueno. La fortuna contiene el arrebato, lo malo... no sólo la buena suerte. De modo que el político afortunado tiene que estar dispuesto al riesgo, a lo bueno y lo malo. Juega a lo malo, si es necesario, pero habla o discursa como si lo malo fuese bueno... Eso te hará un gigantes, jupiterino. Mira... A Jack Quinn le dio con consultar los astros, esperar alineamientos planetarios, o conyunturas místicas, para hacer ciertos movimiento y por estar con tales infantilismos perdió mucho dinero; pero, cuando yo llegué, con menos misticismo y más sofismo pragmático, empezamos de veras a ser los asesores más poderosos de Washington. Le pusimos buena cara hasta al mismo Demonio... Enseño ésto, Luis. Ni amar ni odiar: ésto lo aplico a la luz y a la sombra, a la gente y las bestias. Compadece, pero no ames. Así no te sentirás mal cuando tengas que sacrificar a una bestia o un ser humano; no lo amas. Sin embargo, puede abrogarse el privilegio de compadecerlo, o cuando no, sacrificarlo. Sacrificar significa ésto: quitarlo del medio piadosamente, sin mucha violencia. Schopenhauer decía: El hombre es superior a las bestias, no porque las pueda hacer sufrir, ¿te das cuenta? El hombre sensato, pragmático y superior, es excelente sacrificador. Mas a los estorbos en su camino los debe eliminar con compasión. De un modo no doloroso».

Ed Gillespie es ya importante en la vida de Luis porque, de golpe e inesperadamente, le hizo o hace comprender que el objetivo de la política capitalista dentro de la democracia burguesa es que las corporaciones y las multinacionales le ofrezcan una tajada.

«Nos ofrezcan, Luis».

Buena tajada de prosperidad personal. Si ellos son los acaparadores del 40% de la riqueza de la nación, o porcentaje mayor de la riqueza del mundo, y son menos del 10% de los propietarios privilegiados de la Tierra, la Gran Burguesía, ¿para qué jugar con riesgo con esa zafia y traicionera Vieja / con colmillos afilados y gastritis crónica, que se llama el metafórico Destino / Tiké o Fors Fortuna».

Para Luis Fortuño, la idea de que el nombre debe ser destino tiene algún prestigio. Ed lo ubica. No es cierto. «Ojalá no te llamaras Fortuño ni Fors de nada. Más mérito tendría que te llamaras Cagada / piece of shit / y que todo lo que tocaras lo transformaras en bolas de oro. Ese es el único problema que tienes con el nombre. Que das importancia a llamarte Fortuno / fortunato / hijo de la recontraputísima suerte. Mas el Destino no es Buena Suerte. Es riesgo».

Ed cuenta también intimidades inquietantes de las que Luis aprende. Tener una sed de riqueza es como beber agua salada. «Cuanto más se bebe, más sed da». Para que Bush lo llamara a Casa Blanca, a trabajar «on a full-time basis», Ed tuvo que traicionar a muchos. Lo supo hacer y cotizó muy bien la remuneración del despegue. Hacer esos sacrificios en el Juego del Destino tendría que enriquecerlo más allá de cálculos conservadores e ínfimos. El fue el consultor que desde 2000 estuvo en negocios con la idea clara de que la política es para hacer dinero. Autoservirse. No se está en las grandes ligas del poder para servir a la gente pobre. No para servir a ideales, a pueblos y naciones. El pueblo es ingrato.

«A él le sobra mes a final de sueldo y siempre está con los cascos calientes. Ya sabe que el sistema político siempre está contra ellos. Ya sabe sobre el Error 404: Democracia not found. Y cuando ésto sucede, Luis: El pueblo quiere ser jefe de los políticos y eso es lo peor que puede sucederle a una gente que quiere enriquecer y sólo tiene el fisco público para hacerlo y unos donativos aquí y allá de los intereses especiales, en aras de favores políticos».

«¡Al carajo la comunidad!», le dice Ed a Luis. Y comienzan las confidencias porque de ellas se aprende. A lo que se ha de servir es al beneficio propio y privado. Y diseñar que el poder mediático mantenga a la gente sin pensar. «Elevar el salario de $168,000 anuales con que comienzas en el gobierno a $1.3 millones anuales, con estipendios, bonos y aumentos salariales y eso fue lo que hice cuando el imbécil de Bush me llamó», se jacta Ed.

Estar con un sujeto como ése, «bastante incompasivo, por cierto; el ser menos schopenhauriano y antirromántico que he conocido», vale dinero. Hay que hacer muy buenos cobros para sorpotarlo y, desde antes del 2007, Ed lo hacía gracias a que dejó el lobbying shop por él. Su amigo Jack Quinn era mejor persona. Con él, llegó a originar una fortuna acumulada de $7.86 millones. Sin embargo, cuando deja a Quinn en favor de los intereses de Bush, se impuso algo más.

«Llevar esos $7.86 millones a $19.4 millones. Esto sí será mamar de la Fortuna Virilis».

Se refiere a los templos del Poder en la Roma republicana, no necesariamente en la Roma capitolina. Había entrado en Casa Blanca a exprimir la ubre de la Fortuna y la quería hacer llorar.

Ed dice que aprendió de Serbio Tulio lo que hay que aprender del poder y las Ciegas Ideologías de la mediocridad parlamentaria.

«Y me da lástima de que quieras ser un político con el pretexto del idealismo o los rumores inútiles que sobre política la gente utópica y no fogueada por el Destino habla».

Le dice que el Destino es una víbora, una enorme Serpiente que da dinero / oportunidad de enriquecimiento / o te da una mordida, si no eres un buen Encantador de Serpientes. Aconseja que vaya a la India para ver cómo el Destino muerde a los más pobres y charlatanes 'encantadores'. Cualquier país del Tercer Mundo es una India de montoneros, militarotes y politicastros, que presumen que conocen el Secreto del Encantamiento serpentino. Mas lo que se observa es la miseria del Destino. Inmunda pobreza, violencia, el veneno de esa bestia elemental.

Tal parece que, con el atestiguamiento, se contradice la enseñanza de Arthur Schopenhauer: «El hombre es superior a las bestias».

Para que el hombre sea superior a las bestias, debe encantarlas. El Destino es esa pantalla de elementales pensamientos que se vuelven tentáculos colectivos o dragones serpentinos. Uno tiene que adormecer esos muchos ojos y cabezas medúseas que el Destino para su mal o su desgracia tiene. Un monstruo de ideologías lo que necesita es un hombre encantador, que ni ama ni odia, «uno que adormece y se lleva el tesoro que el Monstruo Serpentino vigila celosamente».

«Si te digo que vayas a la India, o que vayas a Suramérica o China, es porque allá se han dado cuenta que los malandrines, malos encantadores de serpientes, deben ser suplantados. El pueblo que despierta, que deka de ensoñarse, quita dinero a los poderosos. Deja de creer en Suerños Americanos y aún en Leyendas de ElDorado, de modo que hay que aprender a tiempo, aprovechar el tiempo, porque el pueblo está dejando creer en los contratos de los malandrines y malos políticos. Pero el pueblo tiene razón: No falta el dinero. Sobran ladrones».

A Luis le parece divertida la sabiduría zorruna de Gillespie.

El homo politicus es el único que adormece las bestias. El único que sabe enamorar a la Diosa Fortuna. «Ella lo ve como un Macho leal. No advina que viene con esencia dual de la masculinidad: voluntad que se arriesga y representación que engaña. Si tienes un puñal en el costal, no lo enseñes, Luis, y si crees en la fortuna de ser un Fortuño, ayudáte con el principio de que la Fortuna es mujer y es putarraca, libidinosa, ciega y caprichosa. Le gusta el dinero más que al hombre. Al que le provee las condiciones de Abundancia y Prosperidad le da el placer, tres veces más intenso y te pare trillizos».

El joven abogado se jacta de que no necesariamente anda en aras de lucro. Su padre ha sido un dentista exitoso y su madre, científica de Yabucoa. Una química graduada. Gente profesional de círculos pequeñoburgueses y anexionistas. Los cuatro hermanos Fortuño Moscoso no necesitan del robo. «Somos gente idealista».

Enumera que presidió la Asociación de Estudiantes Estadistas de Puerto Rico. Para 1980, promovió el voto ausente para las elecciones e hizo que ganara el Partido Nuevo Progresista (PNP), el único que cree en una amistad leal con el pueblo estadounidense. Se molestar de que Roselló, durante su gobernación, no apreciara su patriotismo anexionista.

«¿Quieres que te aplauda tu expediente colonialista? Mira quer no hay diferencias sustanciales entre esos rojos de La Pava y los azu;es de tu Partido. Ambos están vendiendo a su país, unos al contado; otros a plazos cómodos como Hernández Colón, Acevedo Vilá y soberanistas entre comillas. Roselló empuja plesbictos. Tiene prisa de entregar la pobre isla a la desintegración, eh».

«¡Amamos a Puerto Rico. Queremos progreso».

«¡Ay, Luis! Me recuerdas a Jefferson Davis y Robert E. Lee cuando decían que amaban al esclavo sureño... Sí, sí, puede que haya habido un cariño y sueñito a fin de emanciparlos, en proceso que vengo natural e históricamente sin presiones, pero, mientras tanto: ¿Qué amaría más la hacienda algodonera, el cañaveral con mano de obra gratis, o barata? A veces hay que elegir entre el dinero y el poder y las causas federales de libertad y derechos similares... El hombre sureño supo lo que que quería... yo no pongo la cabeza en el asador por el patriotismo de Robert Lee y menos por el de Nathan Bedford Forrest, comandante de los Ku Klux Klans y ellos decían, todos ellos que la esclavitrud es mal político y moral, que no se debe separar la nación y llevarla a la guerra civil, que liberaría a negros y chinos — pero palabras, para batallar se necesitan dos y basta un terco airado para iniciar una guerra y echarlo todo a joder».

Luis corrige un poco su entusiasmo. No le parece tan diverida la sabiduría zorruna de Gillespie.

«No sé que decirte, Ed».

No es suficiente para Ed, discípulo del propio Serbio Túlio y del templo de Fortuna Virilis que le escuche escrúpulos. Dice que le gusta de la idiosincracia latinoamericana, la personalidad «a la macharrana». El político asertórico es como Trujillo, o Pinochet, o Strossner. O más modernamente, macharranes de apariencia amaricada, como Fujimori o Uribe, pero con sus costales armados de voluntad asertórica. No aman a nadie; pero, en apariencia, tampoco odian.

En conjunto, cualquiera de los machos del Templo de Fortuna Virilis, son los especímenes que entienden de que se trata el poder. Se trata de dinero. El egoísmo del dinero y la voluntad de adquirirlo. Como dice Schopenhauer, no son «hombres superficiales» que malgastan su tiempo con boberías; son los sensatos porque utilizan el tiempo para enriquecerse y garantizar a su familia que no vivan miserias ni incertidumbres. Dice que comprende el pavor en que viven, en estos tiempos, los políticos presionados por un pueblo que ya comienza a pensar. El pueblo les está pidiendo a senadores, diputados y jueces, a los grandes de la patria, que entreguen las pensiones que no merecen... «¿Has pído que cuando los de abajo se mueven, los de arriba se tambalean?»

A Luis no le parece tan diverida la sabiduría zorruna de Gillespie. Ahora lo escucha yendo a especificidades: «Tal vez, la razón por la que sueña, con vacas flacas o elefantes difusos es porque no puedes garantizar que te irá bien con ese bufete legal para el que trabajas. El servicio exterior no creo que te guste. ¿Sabes, Luis? Eres muy ingenuo por ser diplomático e inclusive muy tonto para ser patriota, en ese mismo contexto con que ahora se habla aquí de Contratos con América y neoconservadorismo... Eso es una mierda sofística. Un pueblo sabe cuando se vive en una crisis, producto de la estafa... Estoy escribiendo para uan revista lo siguiente que acabo de leer, oírlo en Europa: Esto no es una cuestión de izquierda contra derechas. Es de los de abajo contra los de arriba. Volviendo a tí... Lo que de veras hace a uno encantador de serpientes y hombre político es querer la Fortuna a nuestros pies. La hija de Júpiter mamándonos de la bragueta como Mónica Lewinsky al ex-presidente Clinton. No es para que estemos divertidios con la cantidad de rumores inútiles que nos toca soportar como hombres políticos; la importancia de la inteligencia política es que es inversamente proporcional al rumor, al chisme, a las acusaciones. Tenemos que ser ecuánimes porque los destinos políticos son caóticos si no jugamos bien con las buenas cartas... Te lo digo, como estratega que he sido de Bush: Una buena carta con las que se juega es la carta del dinero... ¿Te gustaría hacer mucho dinero, Luis? ¡Cuanto más dinero sea el que quieras acumular y conseguir, más lejos y exitoso serás en la política! ¡Cuanto más arriesgues, más ganas! El destino mezcla las cartas, y nosotros jugamos».

*
Capítulo Tres
El reino mágico de ElDorado

Sea Cundinamarca el «país del cóndor» de los chibchas y sede de la leyenda de ElDorado, reino mismo del oro, descrito por el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo, o no lo sea, se ubica en Colombia para la narcocracia. En Puerto Rico, el reino de ElDorado es más concreto y real. Mejor aún, menos peligroso que la mafia. Uno de los primeros en descubrir el potencial lucrativo de su traqueteo fue un candidato a Alcalde de San Juan, Baltasar Corrada del Río.

En ese entonces, año de 1983, era el Comisionado Residente de Puerto Rico en la Cámara de Representantes de los EE.UU. «Ahí es que está ElDorado de la nueva política de enriquecimiento personal y trafique de influencias», le había dicho Corrada a Romero Barceló, mentor de Luis antes que Gilliespie lo cobijara bajo su ala. En no tan remotos tiempos del colonialismo español en América, el rey Felipe II de España se interesó en que se fuera tras la búsqueda del mítico reino ElDorado.

La leyenda data de 1534 con referencia a indígenas nativos de Cundinamarca, la actual Colombia), pero, en este reino de saqueadores y buscadores de tesoros, Washington, D.C. es el lugar a rastrear y ese reino escantera de influencias. Desde allí, tal vez no se pueda pavimentar de oro las calles de Puerto Rico, pero sí algunas callejuelas privadas que llevan bolsillos particulares hacia el poder y el ingreso. En oficinas del Comisionado Residente, se forjan vías hacia La Fortaleza.

Cuando se llega hasta esa oficina de Wasingron, D. C, el delegado puertorriqueño sin voz ni voto, el aprendizaje comienza. Hay quien no escucha las voces, tambores y aplausos de los nobles chibchas que arribaron / siempre arriban cuando se invade sus virginales predios / metidos al lugar / para acompañar al Cacique cuando se sumerge en el lago Guatavita. Hay quien sí escucha y es maravilloso. Puede hacerse rico.

Para quien sabe ver y escuchar, aunque sea sordo y mudo, lo importante es sumergirse en el Lago, con cualquiera que sea el Cacique, demócrata o republicano, y tener el cuerpo y las manos muy untadas de grasa de tortuga para que se le pegue el polvo de oro que les tiran y se les explique trámites ventajosos que se cumplen en ceremoniales.

Ta vez el descubrimiento del fontanar o lago de recursos fue accidental y la fecha del hallazgo, en rigor, 1967, por causa de un crecimiento del sentimiento anexionista, al que se lo midiera con dos plebiscitos. Ahora se entiende que el homo politicus que adormece a los culebrones, a los monstruos de la Fors Fortuna o Tiké caprichosa, tiene que mudarse a cuarteles donde está el Lago Guatavita, donde hay que buscar el guata y la guata de oro.

Por ElDorado suramericano se tiran a navegar hombres crueles, como el alemán Ambroise Alfinger, quien financió sus expediciones entre 1529 y 1538, vendiendo indios marcados con fuego. Esclavos en Santo Domingo, estigmatizados con carimbo. Jorge de Spira fue uno de esos colonizadores que llegara al pie de los Andes (1535-1538), pero, a precio ee que, al regresar, testificara a la mayor parte de sus hombres, víctimas de los indios y del agotamiento. Nicolás Ferdermann, Sebastián de Belalcázar y después Gonzalo Jiménez de Quesada, son otros que llegaron pioneramente al altiplano de Bogotá, mas con los mismos fracasos que sus antecesores.

A ElDorado de Puerto Rico, ya ninguno se lo explica en términos del mito de las aguas del lago Guatavita y el oro y las joyas lanzadas al agua, ahora son simplemente presupuestos y promesas. Se alanzan a los bolsillos ávidos y quien tenga la sabiduría del poder, la parda sensatez de saber dar las voces, recaida muchos fondos para esas ceremonias que se llaman las elecciones.

Esto no tiene nada de mandato utópico y es menos sacrificial que las tentativas del explorador Antonio de Berrío, quien buscara en vano la laguna de Manoa en los Llanos y la Guyana, cretendo que, entre 1584 y 1597, le tocaría por lotería o azar encontrar el país mítico del oro, «No halló ni mierda, sino una miserable gobernación de un país que no existe Eldorado», le dijo Gillispie a su amigo Luis, porque él sí fue a Washington a participar de ceremonias mudas y le dio aplausos al guato. O sea. a las aguas de Guatavita.

«Lo que se puede hacer, utilizando el pretexto de lo utópico y de ese lanzarse solitario de gente como Corrada del Río y Romero Barceló, es aceptar esas cosillas que se ofrecen como prebenda del quehacer federal. Romero aceptaría de vellón pa'rriba lo que cayese. Le dieron la oportunidad de dar un discurso ante delegados de 15,000 municipios de todos los EE.UU. y terminó siendo el primer portavoz, no- anglocaucásico, y primer presidente electo de la National League of Cities. El pudo haber pedido más. Agitar las aguas desde el instante que creyó que hostigar a independentistas es función asignada. El se cortó las alas interfiriendo con otros departamentos... Luis, la prioridad es que sea la tuya, indicarnos donde hay polvo de oro. De matar indios que se encargue otro. Urge un gran tesoro de paciencia y procedimiento, pero es botín suficiente estar de Comisionado. Con corrientes a su favor es el comienzo y para tí, si aprendes como navegante discreto, hay dinero para las arcas del Fisco y para el bolsillo privado. Ustedes tienen que aprender a metense poco a ppco, en el poder en grande. En las Ligas de Asociaciones de Gobernadores, en delegaciones, métanse donde sea. Pesquen entre demócratas o republicanos, que son la misma fauna. Todos impulsen sus agendas públicas o privadas, en aparentes reyertas, pero a como les toque... Te voy a decir algo, Luis, sobre alguien y no sé si te guste».

«¿De quién?»

«Romero es un macharán de los buenos. Es bastante patán, deschavetado y sin estilo; pero hay que aprenderle mucho. No sueltes su mano», lo volvió a aconsejar. «No la sueltes; pero tampoco le hagas caras feas a Roselló ni a Corrada. No odies a nadie; pero no los ames».

Para la fecha en que Luis Guillermo se mudó a Puerto Rico, sin duda, lo hizo de la mano de Romero y contribuyó a la campaña para que se reeligiera como Gobernador del partido de La Palma. En 1984, Romero no pudo obtener esa victoria porque se echó mala fama encima. Se le fue la mano con la disidencia independentista. Fue por encubridor de asesinatos y por la autoría intelectual de la emboscada del Cerro Maravilla que le cayó la macacoa.

También para tales días, llegó a Puerto Rico el Dr. Roselló, pero, éste con la alianza y protección de Baltazar Corrada del Río. No se le dijo el secreto por él conocido. A Romero sí lo dijo: «Que el polvo de oro y la política grande está en Washington; moviendo las aguas, donde aparece el guato».

Romero tampoco informó a Roselló. Estos son secretos que se guardan para los más jovencitos y ambiciosos, con quienes se pueda hablar a calzón quitado. Roselló cree que él si traerá la anexión. y que es importante el fin de la colonia. «Romero era igual y Corrada; pero yo les dije: Olvídense de eso y de matar a nacionalistas, revoltosos y comunistas.

Los Unión no se trata de rituales, aunque lo haga. Se trata de buscar oro. Mover las aguas del Lago de Guatavita... y mira si se trata de eso que el Presidente Clinton, en materia de salud, habría dado $1.2 billones por año a su isla, que es meramente un territorio de mierda, como Romero dice, y sólo en materia del cuidado de la salud. Es decir, la tataría como si fuese un Estado; pero la tarea es ir por oro».

Desgraciadamente, la ley de reforma de salud fracasó y con ella los fondos que Puerto Rico habría obtenido... pero, como un premio de consolación, Clinton accedió a financiar el programa de la Sección 936 a fin de que se canalizara un aumentp en el MediCaid. La isla tratada como Estado, si se quedara calladita y obediente.

«Luis, aprende ésto que yo se lo enseñé, por lástima a Corrada: hay que saber pedir y robar; saber pedir para no tener que hacer lo segundo robar. El lugar más lucrativo de Puerto Rico es ese lugar mítico de ElDorado, esa oficinita de mierda del Comisionado Residente; pero es una oficina que hay que saber utilizarla con sabiduría y uno de los primeros en aprenderlo fue Piñero, nunca Muñoz Rivera, padre de El Vale. Piñero le sacó la Gobernación a Trumann, sin ir a unas elecciones».

Según Ed, Romero la utilizó bien entre cuando ganó el escaño de Comisionado Residente de Puerto Rico y fue reelecto a este puesto en 1996. En las elecciones del 2004, pese a que tan mal le fue a los partidarios de Roselló, Fortuno manejó el Lago de Guatavita. Movió polvo de oro, donde el PNP movía ruinas y desastres, a partir del del 2 de noviembre. Con el 48,5% de los votos, Fortuño se proclamó comisionado residente.

*

Capítulo Cuatro
¿Qué te dieron a tí?

En lo que Luis llegaba al lugar de la cita, Pedro Rafael meditaba. Los dos hermanos se hallaban ya en el Caribe Hilton, Calle Los Rosales. O más bien, en el Atlántico Pool Bar # Grill. De sus puntos de jangueo por el Condado, que sea éste la noche de hoy.

A Jorge Pierluisi, Jr, le gusta este lugar. Lo recomienda por sus evocativos recuerdos y detalles. Incidentalmente, hoy se tiene mucho que celebrar, aunque Pedro Rafael vaga por otros rincones de la memoria y éste no es su lugar favorito, pero aterrizó aquí y, por cierto, alguna vez con el Dr. Roselló. Lo que lo tiene tan silencioso es la conversación que sostuvo con su jefe del Ejecutivo.

«Se supone que estés feliz, no silencioso», le dijo Jorge.

«Estoy bien. Pide los tragos. Bourbon, para mí».

Con respecto al amigo que citara, supo que le dio lo mismo a donde se vieran. Luis Guillermo dijo: «Ahí estará bien. Llegaré». Viene de lejos pero pasará a El Condado. «Romero Barceló bohemiaba aquí, en este Pool Bar del Hilton». Ya no. Fue cuando Jorge, Sr., padre de los hermanos Pierluisi, como Secretario de Vivienda de Romero, pululaba por este rumbo. Ahora se va a Pelayo's.

El bufete legal Pierluisi Urrutia Asociados, a lo mejor quedará disuelto. No. De hecho, van a separarse y lo que Jorge festeja es que Pedro Rafael, su hermano, haya sido nombrado el jefe de la Secretaría del Departamento de Justicia. Este 1993, Roselló parece un Santa Claus que posiciona a los deudos de Corrada del Río y Barceló. No duda. Al parecer, Pedro Rafael será aprobado por el Senado por unanimidad, lo que lo convertirá en el Secretario de Justicia más joven en la historia de la agencia.

Se bebieron el primer trago casi sin notarse y sin que mediara conversación, puros monosílabos.

«¿Otro?»

«Bueno».

Apenas llegó Luis la pregunta que se hizo, casi al unísimo, fue qué te dio Pedro y es que, al Gobernador, sin duda que Corrada le simpatiza; no Romero. «Ese marrano», miserable y pedante, como judío. Es lo que quiere decir. Puede que los «demócratas conservadores» como Roselló le gusten más que los republicanos y Luis Fortuño siempre se inclinó por esas alas, además de que es romerista.

«A mí no me gustan las hienas. Las que beben sangre. Eso es Romero para Roselló y, entonces, lo es Luis por asociación», había comenta a Jorge. Ahora lo calla.

«La política del Partido Demócrata de los EE.UU, a nosotros, como al país nuestro, nos ha beneficiado más que la Republicana. Es gente más generosa. Lo que penepés convresan no me gusta. Roselló se lo dijo a Corrada alguna vez y aquí en este Bar me lo dijo. Eres un problema. Es por lo que Roselló desconfía de nuestro amigo. De Luis».

En ocasiones, Pierluisi Urrutia ha intentado defender a Luis ante los rosellistas que sospechan que es muy ambicioso y que se mueve entre malas influencias en y dentro del partido. Se inclina por la Derecha Republicana. Lo defiende porque lo conoce. Han jangueado juntos casi toda la vida como buenos amigos desde jovencitos. Han andado por el Distrito de Colombia, aprendieron los secretos de sacar el polvo de oro de las peñas y rescatar el anexionismo de los naufragios. Buscarse la grasa, como hoy se dice. «Untarse grasa de cuero de tortuga». El chino de Londres es peor.

«También en Tulane, en la universidad, en New Orleans, trabajé por la estadidad. Luis también... con las asociaciones estudiantiles. Lo que usted llamara el fortuñismo no es ninguna renuncia al ideal o militancia por el Estado 51, sino que la idea es cabildear y construir la antesala de la Estadidad antes de pedirla al Congreso o celebrar plebiscitos... Roselló lleva más prisa en ese sentido. Dice qu los fucking congresistas no la quieren dar. Yo digo que la Estadidad se pida cuando convenga a los mimsos estadounidenses y entiendan por los términos en que ha sido pedida antes, ¿será?»

«La pediremos cuando ellos la quieran dar porque hay una estrategia conveniente. Educamos para ella a congresistas, visitamos esferas federales y aprendeimos a luchar y propagandizar en torno al momento oportuno de alcanzarla y tener condiciones de producirla».

Y, por seis años, al trabajar en Washington como abogado y otros años, siendo estudiante, asociado como ayudante del Comisionado Residente, siempre al lado de Corrada del Río, Pedro Pierluisi alega con su hermano que comprende lo que Fortuño entiende y maneja. Que la gran política que nos sacará del coloniaje y la miseria se hace allá.

«Pero tarda y Roselló no es paciente. Se dedica a promulgan plebiscitos», comenta Jorge. «En una colonia, sin dinero gestionado allá, no se puede mover nada. No se producirán las condiciones para la soberanëa ni la Estadidad», lo admite.

«Y sabrá Dios si el contrayao pueblo la quiere».

«Yo no sé por qué vota el país. Si por ayuda federal, o por anexión».

«Por fondos. Siempre dinero». Es la voz de Luis, acota la conversación.

«Ni en autoderminación independentista ve la libertad ni en la Estadidad comno dignidad política», comenta Jorge.

«Sí. Eso es lo que Ed pone en términos de Otto von Bismarck: La libertad es el lujo que no todos pueden permitirse. Suena horrible y es muy volteriano que se diga, pero, sea para el pueblo, colectivamente dicho, o para un individuo, cuando no hay dinero tampoco hay libertad. La maldita realidad es que el pobre no es libre. En todas partes es un siervo. Eso es lo que Puerto Pobre es, servidumbre. A la servidumbre la puedes llamar la Estadidad de la pobreza, estadidad en dependencia y, entonces, ¿qué es libertad?»

Cuando terminó tal comentario, al fin vio que Luis Guillermo se le sentó a su lado. Traía ya el pensamiento masticado de que «quienes dicen que el país no se puede sanear, o reestucturar, sin antes solucionar el problema del estatus, son unos imbéciles».

«Yo me imagino que por algo de ese estilo que dijíste a Roselló te tiene en la mirlla, él no aprecia; pero, Romero sí... mas, ¿qué te dio esta vez?»

«Dolor de cabeza. Te lo dejo pa'l final. Estoy en shock todavía», le dijo y le trajeron un trago que Jorge le había pedido. Al rato, Luis advirtió que pedirá de cenar.

Luis Fortuño parece que, sin desearlo, al referirse a la lucha anexionista, ofendió a Roselló. Lo que dijeron que dijo no fue lo que dijo. «Que no sabe un carajo de la Constitución estadounidense ni cómo realmente es que se confedera un Estado».

«Bueno, si así lo dijeron, Pedro, yo sí pienso que lo dije bien».

Se echan a reir. Pedro porque tiene la Secretaría.

«¿A tí que te dieron?»

Cuando Luis había sido Comisionado residente, jefezuelo de ElDorado, Rosselló y sus seguidores impidieron que los Jóvenes Republicanos fuesen admitidos en el PNP. El pertenece al liderazgo joven. «Roselló es un romántico arcaico. No hay que culparlo de que quiera «guisar del erario público, si todos lo hacen; pero él no sabe hacer los cambios con lo que hay. Que no me ofrezca sus consejitos morales».

Al hablar sobre el trillado asunto de la solución al problema del estatus fue claro; «Pospón esa mierda. Ante el gobierno federal no se puede ir a pedir un cheque en blanco para cambiar todo el Puerto Rico y en sus relaciones federales. ¿Quién es tan tonto para dar un cheque en blanco a un país que produjo un movimiento albizuísta y que todavía genera en la clandestinidad a macheteros? El contribuyente del Norte, no. Y hay mucho narcotráfico en el país y ojos puestos para que no se salga de control.

«Esta no es una isla exitosa para nuestros estándares», les dicen a ellos. «Es una colonia en bancarrota, con muchos delincuentes y vagos.

«La Estadidad demandaría una productiviad y moral que no tenemos», afirma Pierluisi.

Volvió a hablar del iluso, utópico irrealista de Roselló y el prospectiva Secretario de Justicia a pedir que se cuide de hablar con esa ingenuidad primitiva ante sus partidarios. Peor aún, como Luis, piensa que Roselló puede pintarse intolerante. Fue la única vez, hasta ese entonces, que reprobó la acción con una frase de Ferré: «... we should defend our democratic rights and allow the free participation of the people who have the right to choose their leaders».

Roselló se pone el sayo de todo. Se ofende fácilmente. «Pero, si desde esa ocasión y comentario se había ofendido, yo no esperé el regreso victorioso del PNP. Y menos on él. Me llamó y yo no lo esperaba, menos verlo convertido en Santa Claus».

«¿Te dio lo que querías?»

«Más de lo soñado»

De hecho, Luis Fortuño se puso a trabajar en serio porque, en 1991, le nacieron de sopetón tres mellizos. Se había retirado, como Pierluisi, a la vida privada. Se unió al bufete Correa, Collazo & Jiménez, «pero vaya uno a saber que le diría Romero o Corrada sobre mí, ví una vaquita gorda en mi rumbo al trabajo... me dio a supervisar siete agencias, entre ellas la CTPR. Es mucho trabajo. Más que dar un premio o disculpa por darse por ofendido por mí, gratuitanente, es como querer joder, tirar otra vez puyitas contra mí. Bah, el trabajo no me asusta. Me conecto bien cuando quiero. Si él quisiera verme fracasar y me carga el lomo de trabajo, se va a cagar. Yo puedo con el paquete porque me asocié a buen equipo de Derecho Corporativo y me ponDRé el sueldo que merezco. A él también dejaré tareas para comprender y realizar».

«¿Como qué, Luis?

«Lo verás. Tengo mis planes con Ed».

«Y posiblemente, Roselló odia la influencia que él ejerce en ti».

El Dr. Roselló se queja de que le ocultan información. Se siente solo. «Me dijo: cuando sepas algo indspensable, estratégico, que se lo comunique».

«¿Hacia dónde realmente quieren que vaya el PNP?»

«A donde va el buen dinero».

Los Pierluisi creen que no se equivocan al decir qie partido no es el mismo que Ferré hizo triunfar. Roselló afirma que el PNP está en un electoralismo enfermizo compitiendo con las mismas corrupciones postmuñocistas que trajo el rágimen de Hernández Colón y sucesores.

«Hubo una vez en que se habló sobre la Estadidad Jíbara. Ahora es sobre un anexionismo corporativo de lo que se habla y me lo indican», ésta es la queja rosellista, «que debe cultivarse allá, en el Norte, en Capitol Hills. Me piden que me refrene al predicar el anexionismo. Que retrase el proceso porque hay que tener un poco de amor al Destino».

«Y le digo a Roselló... si el destino es dinero, al parecer, ¿qué haría?»

Obvio. El médico novoprogresista no supo qué Fortuño significaba con eso de amor fati o Destino... y preguntaría:

«¿Qué mierda es eso sobre lo que me hablan?»

De seguro es lo mismo: buscarse o untarse la grasa, si sabe.

«Roselló, pordiosero de soberanía, predica salvaciones. No sabe poner la casa en orden. Ni se da cuenta del orden lógico de las cosas. Mi sinceridad le molesta porque yo hablo sobre lo que debe ser primero y lo que la salvación es, su precio... soy mejor político que él. Pragmático».

«¿Qué debe ser primero, Luis?»

«¿Recuerdas que hicimos ya ese análisis de conciencia, Pedro? ¿No exorcisamos demonios de mis Noches de Terror, de Halloween? ¡Tú mismo me llevaste ante un shamán de Washington? y me djo que yo vengo de un país de pordioseros. La pregunta tuya: ¿A tí que te dieron? es la misma que se plantea la colectividad, cada ser vivo aquí en la colonia. ¿Cuánto hay en el pote de los recaudos, en el plato de limosnas, en la mano extendida? y ahora lo importante es no querer centavos... Al menos, un grupito de la nueva dirigencia novoprogresista hemos crecido. No queremos centavería en la lata de chavos... Roselló ha vencido como Gobernador y planea 'megaproyectos' que dudo que pueda financiar, sin crear más deuda pública. Más necesidad de big money... Veamos si vende el culo de Puerto Rico y por cuánto... entonces, que deje que haya un liderazgo que busque a buenos bonistas; que los tenga y pida ayuda al Partido Republicano np sólo al Demócrata... Va a tener que pedir ayuda a Romero e ir al reino mágico de ElDorado conmigo o con quien sea... El hecho escueto es que no se puede ir a pescar sin mojarse el culo. Y si vendes el culo, véndelo bien... Sin un poco de estoicismo, actitud que incluye sufrimiento, pérdida y riesgo, no hay nada para nadie. Sin estas aportaciones federales el gobierno del Estado Libre y Asociado colapsaría. Desde el decenio de 1970, Romero advierte que las transferencias de fondos federales serán la base para beneficiar a los pobres en la estadidad y para beneficiar la lucha y lo que debe hacerse primero... Ese Sistema de la Tarjeta de Salud que Roselló quisiera, ¿quién crees que podría pagarlo si Clinton no puede? ¡El Partido Republicano! O sencillmente, que se privaticen los hospitales... Roselló sueña mucho; pero se olvida que todo cuesta y no es aquí donde hay dinero. El dinero es necesario hasta para soñar utopías».

«Veo por donde vas, Luis. Tengo miedo». le dijo Pierluisi.

*

Capítulo Cinco
Cuando iba a cerrar la puerta

A Roselló González le molesta que lo crean poco simpático, o medio seriote, siendo que él es de sangre liviana. Quiere valorarse así, decir que la gente lo quiere. Precisamente, porque es médico pediatra sabe cómo bajar al nivel emotivo de un niño y ganar la confianza.

Por el contrario, Luis tiene airecillo de niño rico. Es más inflexible y , cuando habla, comunica mucho menos que lo que cree.

«Aprendí de mi padre, siquiatra, hago diagnósticos... Usted habla mucho para sí», acota Pedro, quien si es entrevistado pone de manifiesto que viene de una familia de ancestro mallorquín. Tercera generación y, por razón de genética, ha dicho que es guapo, inteligente y actractivo.

«Que, de pinta a pinta, Fortuño no le lleva ventaja. Claro, soy mayor que él. No pediré que se haga una evaluación o una encuesta tan frívola; pero yo tengo lo mío. ahora bien, usted, hasta es más inflexible que yo».

A veces, en estudios televisivos o pasillos, coquetea con Carmen Jovet y de veras que siempre está pendiente a lo que dijera La Comay de la tele. U Ojeda y Seijo. Es tan guapo y llano en su verbosidad, a su ver, que televisa el programa «Primer Impacto», dizque 'pa' ligarme a Carmen Dominichi'.

«No sé por qué me dices esas cosas, Pedro».

Mas no es que tenga algo especialmente contra Fortuño. «Ambos somos anexionistas y miembros fieles del Partido. Esto nos une».

En 1993, cuando Roselló juró como nuevo gobernador, probó que no hay roñas con Luis. Para este tiempo, Romero fue el Comisionado Residente hasta el 2001 y cuidaría que a Luis se le ofrezcan las posiciones de persona valiosa al Partido que merece, porque «el muchacho vale».

¿Qué se le puede ofrecer a su nene?

Si no Roselló, el resultado es que lo colocó como director ejecutivo de la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR) y presidente de la Corporación para el Desarrollo Hotelero (CDH), en lo sucesivo subsidiaria de la anterior. Y Pedro Juan no pensaba darle tanto al abogado majadero, presuntuoso, si no fuera que lo agarró en pifia. Había una puerta abierta y después del agotador día, en que se le secaron los labios de tanto explicar que su firma a un proyecto de ley (el 28 de enero de 1993) no hace el inglés el idioma exclusivo de asuntos de gobierno.

«Meramente, se ha derogado la Ley del idioma español como única lengua oficial de Puerto Rico».

Al saberse de la firma se le llenó la Oficina de Prensa con el mosquero disidente. Fue difícil tratar con tanta terquedad y reproche: «El inglés lo habla sólo el 20% de la población de la isla, que son 3.6 millones de habitantes; entonces, ¿para quién se legisla?»

Y había una mujer que, al parecer, quería trabajo y manejaba muy bien la lengua. Fue la que ayudó al Gobernador; le robó turnos de respuestas para hacer comprensibles o claramente enunciados sus puntos oficiales de pensamiento. Se encerró con él, despachó a periodistas presentes, como si tuviera tal autoridad y le fajó con besos y magreos, cuando creyó tenerlo a solas. El estuvo agradecido y la dejó hacer antes de preguntarle:

«Al menos, díme cómo te llamas y si puedo ayudarte en algo».

No estuvo plenamente cerrada la puerta. Luis Guillermo oyó y vio todo y quiso hacer el favor de cerrarla, lo más discretamente que pudo aunque se produjo un chirrido. El Dr. Roselló tenía una nalga en su mano; un pecho en la otra y los ojos se le embizcaron cuando vio el color del traje del sujeto que cerró la puerta. Tenía una cita con él, a no más tardar: 10 minutos.

Y, finalmente, cumplió con la cita. No mencionaron el incidente; fuera de adivinar que Fortuño emitía unas sonrisillas maliciosas, discretas, casi imperceptibles y al gesto de mi complicidad, Roselló lo pensaba necesaria. «Romero Barceló, quien ha abogado por reformas económicas en la isla, en especial, nuevas ideas para explotar el potencial turístico, tiene en alta estima su persona y confianza en su capacidad».

«Leí su propuesta, doctor. Usted movió unas aguas muy profundamente, me confía navegar lejos, muy lejos, ¿verdad? y le haré caso. Que lo que nos salpique sea polvo de oro, no agua sucia».

«Eso esperaré. Vea, lo que le asigno para que se complete en julio de este mismo año es nuevo Departamento de Desarrollo Económico y Comercio. La DDEC será el organismo para concretar las estrategias y coordinar la ejecución de los distintos aspectos de mi Nuevo Modelo Económico, que es el mismo de Carlitos: el turismo como primera y principal industria del país, y vamos de paso a impulsar la privatización parcial del sector público y la desagravar fiscalmente a muchas empresas con la idea de atraer inversiones y estimular los negocios».

«Usted agita un lago, como dice Ed».

«Son siete agencias, corporaciones», clarifica Roselló.

«Usted sí que me dio trabajo, mas del que prometiera Romero».

«Pues cumpla. Quédele bien a él y a mí».

«Délo por hecho. Somos hombres con capacidad».

*

Capítulo Seis
Traumas del Colegio Marista

Recuerda cuando se lo dijo a Pierluisi y a Jorge, su hermano. Sí. Roselló le resultó un Santa Claus, bobamente generoso. Derrochó su confianza, tal vez porque fue sorprendido en un ejercicio de magreo. Esto no lo dijo. Llegada ;la noche,todos terminaron hablando sobre obsesiones hinduístas. «Lo kármico en la historia, diría Ed».

Jorge se divirtió mucho. No sabía en torno a intimidades curiosidades culturales y mitológixA que divierten por igual al consultor de campañas y finanzas políticas Ed Gillespie. .

El por que de lo que Luis había contata en uma primera ocasión, Pedro Rafael Pierluisi lo expresaba con tono crudamente recriminativo.

«Me gustaría, por el contrario, si soñara con vacas gordas», le dijo Luis Guillermo a Pedro, viejo amigo del colegio. «Estas pesadillas asquerosas son insufribles. Me molestan. Me inquietan; no digo que me depriman. Sólo que joden cuando se repiten».

«Es lo que te dije. Un trauma de pequeño. Será por las películas de terror y las bromas pesadas, ¿recuerdas? Tú nacíste el Día de Halloween y las brujas te van a echar mierda cuando vuelen o crucen el cielo en sus escobas; pero no creas en eso. Son pendejadas del Colegio Marista de Guaynabo».

La primera vez que se le apareció un animal flaco como imagen del sueño fue una vaca. La segunda vez, una gata persa venida a menos. Ya, estabilizada la imagen, el animalejo suele ser un elefante, o son bestias trompudas y de corto rabo que han dejado de ser voluminosas. Desde la infancia, Luis Guillermo lleva años con la recurrencia de tales sueños. Historias de Zafnatpanea, el niño hebreo vendido como esclavo a Egipto, testigo de vacas y elefantes. El descifrador de sueños del Faraón. «Vacas flacas y vacas gordas que mugen en mi cara con tristeza».

Todavía, ido de San Juan y estudiante de su bachillerato en la Universidad de Georgetown en Washington D. C., le persigue esta ensarta de disparates y alegorías del Colegio Marista. Los cuentos otrora dados por brujas y sacerdotes. «No me gusta soñar con hambre, con elefantes flacos. Ahora no es un gato, Pedro. Veo claramente, me despierta una manada de elefantes flaquientos, apestosamente anémicos y orinados».

Pedro Rafael (y no es la primera vez que se lo dice), jamás con humor, sino con seriedad que molesta, le aconseja que vaya a un sicólogo o terapista que le avive alguna memoria de la infancia.

«You must understand the hidden notion of the conflict». Insiste que si el sueño es tan reiteratvo en su vida, lo significativo es que mienta una causalidad o raíz de trauma que estará escondida en el inconsciente.

«Tu inconsciente».

«No es trauma, Luis. Yo soy feliz».

Le ripostó que, como él, no sabe vivir con lo profundo. «Con esos asomos de lo desconocido» y lo impenetrable cuando se asoma difusamente.

«Yo no creo en el inconsciente. Creo en ésto», sacó la billetera del gabán. Y la aseguró bien a un bolsillo interior antes de estarse en mangas de camisa.

«Déjate ayudar antes que se te vuelva insomnio. Que nos sirva de experimento», enfatiza y, en fin, que ambos hicieron una cita con cierto sicólogo shamánico de la ciudad, a quien consultan muchos cabilderos y políticos de Capitol Hills. Uno que lee el Tarot y echó fama de adivino. Pierluisi Urrutia es quien tiene la firme inquietud de consultarlo, y no porque tenga traumas ni traumitas.

«Yo sí que soy feliz. No nací el día de brujas»

Luis Guillermo sí que tiene un encono con el día de su nacimiento y los cumpleaños que coinciden con Halloween. Lo buscan para embromarlo y de niño tenía que jugar al Treat or trick. En esa coyuntura se tendría que explicar que sueñe con el desagradable mal aliento de una anciana (que no por anciana, él asocia a su madre, Shirley Burset, dama de Yabucoa). En el sueño, según lo sospecha, está su padre / Fortuño Moscoso, el cagüeño, aludido con dientes y con mal aliento. «Pero es el olor a meado, a halitosis, y esa imagen de la mujer sentada sobre un elefante hambriento lo que me enfogona, Luis. De perdida, que me gustaría si soñara con vacas gordas o si es digno de un Fortuño. No un elefante caga'o».

Entondes, Pedro pone su cara de amigo preocupado. «You must understand the hidden notion of the conflict».

Van a ir a ver un brujo.

*

Capítulo Siete
Derecho de antiguedad o de llegar primero

... porque ha sido, desde 1980, con la reelección de Romero, que Luis se bautizara con La Palma, él cree que eso da cierto derecho de antiguedad. En rigor, a la vida política llegó primero que Pedro Roselló. A éste lo trajo Corrada quien, pese a toda su sabiduría, es figura menos carismática que Romero.

Las galas anexionistas del rosellismo, su esfuerzo por darse protagonismo anticolonial, asomaron 13 años tarde. En defensa de su estampa y credenciales partidarias, Luis Guillermo dice que presidió la organización estudiantil de los anexionistas hasta 1981 y la cofundó. Pedro no tiene esas credenciales.

Un poco más, si ésto vale como señal de apasionamiento, Luis habría un yafo, sólo que estudió en Washington y el Estado de Virginia. «No es chusma. Es guaynavito de alcurnia». El PNP / el penepé / está lleno de ellos y Luis se jacta, como apropiadamente lo dice Pierluisi y Corrada a Roselló, que él «es muchacho fino. No gente o ralea burda como las del atrio, o la que conforma la Legislatura, o las alcaldías de pueblo de La Palma. Este chico es materia de gabinete».

Sí. Al principio, desde que llegó, tuvo esa fama. Estudios diplomáticos, legales y buena pinta. Por otra parte, la dirección del Partido no se recuperaba de las frustraciones que produjo las diregencias de la chusma penepeísta con el que Romero parecía sentirse tan a gusto. Botones de muestra: Edison Misla, Granados Navedo, el Secretario Fajardo y otros.

Gillispie robserva que los gobernates caretones, malencarados y groseros, son más típicos del tercermundismo salvaje. «Usted vea a Chávez. Tome esa medida como modelo de lo que no debe ser». A Romero le comparan con un Caballo, pese a que es abogado y con formación en Yale.

*

Capítulo Ocho
Cómo se escocotó el soberanismo

«Willie fue además un prominente dirigente político comprometido con la necesidad de lograr la descolonización de Puerto Rico, causa que defendió con valentía e integridad dentro de su propio partido»: Rubén Berríos Martínez, presidente del Partido Independentista Puertorriqueño.
Dicen en los círculos de melones, tan llenos de comentaristas políticos de oficio y otros dilettantes que no examinan sus propias conductas de híbridos ideológicos que, con la muerte del Alcalde Willy Miranda, escocotaron el soberanismo.

Su muerte fie el comienzo y siguieron otras muertes: Rafael Churumba, por decir otro, que son más que cadáveres en turno o cabdidaturas para féretros.

Desde tierra se pide al Cielo que «nos cuidan como pueblo, Churumba, Aponte, Muñoz, Ferré, y ahora Miranda Marín». Quien muere parece haber sido un maestro, con buenos puntos «sobre la autonomía municipal y la regionalización», alguien con planes valientes y frustraciones con la burocracia, mas sabio como conciliador, pues, ganó el respeto de todos los sectores en el país. Su legado «trascendió los límites territoriales de Caguas y se extendió por toda la región centro oriental, impulsando proyectos que afectaron positivamente a los pueblos vecinos».

«Era un caballero en el trato; pero el Poder majedero mamdó a callarlo», al fin dijo uno.

Los melones, «verde» por fueera y «rojos» por dentro, no son exactamente estadolibristas literales. Son independentistas ambivalentes, pipiolos berriístas, o que dan berridos. Posiblemente, aún siguen prestando el voto, o haciendo causa común con reformistas y colonialista y, sin embargo, todos hablan sobre ésto. «En torno a las formas diversas de acabar el soberanismo; el cómo escocotarlos elegantemente». Este que habló, hoy airado, dijo que siendo independentista votaba en Caguas por él.

«No. Lo que escocotó al soberanismo, tal como lo entendía él en su Proyecto de Nuevo País, es que un charlatán como Héctor Ferrer le dijera que se callara, le zumbó un tapaboca radial, porque la noche antes, Miranda Marín puso en su lugar a un charlatancito, a José Alfredo (Hernández Mayoral)», dijo para el programa de radio.

«No es que a Willy lo haya matado el cáncer. A estos varones batalladores, por su envergadura revolucionaria, los matan. Majaderos y charlatanes les acosan primero en el plano de las ideas y, de ahí, se pasa a mermar la confianza que ellos, en cuanto líderazgo que pueden conseguir, o se les permitirá», alega el mismo sagaz melón.

«Hay calibres de ametralladoras para matar almas / a patriotas / y enfermar a líderes con base».

«El repudio del alto mando de tu propio partido».

«Exacto».

Mas esta vez no se equivocan. Aquella Mosca-Muerta colonialista que se llamó el ex-Gobernador Hernández Colón, autor de su olvidado y autocensurado .Nuevo Pacto y otros zumbidos mosquientos de culminación para el Estado Libre Asociado, o el territorio colonial de Puerto Rico, sacó un aguiijón venenoso y lo echó a picar a quien alcanzara. Seguramente, tuvo pezuñas más afiladas y grandes que sus fieles adláteres y ponzoña más venenosa. Entre ellos, ubica Sila M. Calderón, el nuevo presidente del PPD, Héctor Ferrer, los Hernández Mayoral y la nueva cáfila de pepedeístas y candidatos nacionales, que a Hernández Colón le sirven de megófono para que la fama de quien no rompe un plato lo siga.

«Rafael parece ejemplar, digno heredero, de la Pava postmuñocista», comenta el locutor.

«No, Pero no lo es», aclara.

El día de luto se vivía intensmente en Caguas. Las banderas se pusieron a media hasta y se consultó a todo el mundo sobre lo que significó aquella muerte. Hubo un servicio en la Iglesia. porque, aunque habló una vez sobre las Tiranías teológicas, tan peligrosas como las científico-abstractas, fue hombre de fe y, como testifcaron su esposa e hijos, luchó contra viento y marea por superar la enfermedad del cáncer. Se ha visto a delegaciones de alcaldes y legisladores amigos que van ante la Viuda Carmen Sara Torres, sus hijos William, José y Luism y dan su pésame.

Carmen Julín Cruz Soto, representante popular y aspiarnte a Alcaldesa de San Juan, dijo ante unos micrófonos y cámaras de la prensa televisiva, que la agenda soberanista de William Miranda queda inconclusa y que él era el modelo de lucha «por la honestidad gubernamental, la justicia social y la soberanía nacional de Puerto Rico». Lo llama «irremplazable».

Por supuesto, los dos ex-gobernadores Acevedo Vilá y Hernández Colón, así como la ex-gobernadora Calderón cumplieron con el tradicional mensaje de pésame. Hernández para reconocer la «gran eficacia y creatividad» de su administración, es uno de los pueblos sin déficit, y valores que parecen perderse entre los funcoonarios, «talento, nobleza y gallardía». Ojalá sintiera lo que dijo. Hay quien cree que habla por cumplir con una ocurrencia.

«Cualquier cosa cabe en el pecho en estos días», lamenta otro.

Acevedo Vilá fue más sincero: «En los momentos más difíciles, probó ser un gran amigo». Miranda Marín no necesito que nadie lo adornara. Decirle amigo bastaba. Aún en este día del luto, del gijo del ex-Gobernador Hernández se acordó de cierta anécdota: «Por ahí y desde Caguas anduvo uno de los nenes pomposados del Mamito», hijo de Hernández Colón, quien es la Mayor Mosca muerta. Pensó que daría cátedra a Miranda sobre el estatus político y el presidente del PPD, Héctor Ferrer, asumó que a Hernández Mayoral había que hacerle reverencias por ser hijo del exGobernador.

«Venga acá, la herencia de un país jodido, sin nuevo pacto, pero viejas bellaquerías, se las debemos a ustedes, Hernández... yo no le habría dicho a José, cállese la boca; yo se la partía e iría ante Héctor Ferrer, con este mensajiyo: vaya y regañe a su abuela, no sea que le rompa el hocico también y yo, venga acá, si fuese el propio Miranda Marín, habría ido a buscarlo y jalándole de las orejas, que grande que las tiene, y le habría dicho lo propio:

Sáquese ese Nuevo Pacto del culo, pújelo de una vez, muéstrelo al mundo porque hace falta y lo ha tenido escondido... ¿para qué? para sostener este estilo de vida de carrerismo. Todos los nenes, allegados, parientes y dolientes, viviendo de los salarios y presupuestos, de enormes bonos y pensione l y usted, como ex-Gobernador, al igual que Romero, con guardias del Estado que el gobierno les paga de por vida, cuando se vive una crisis; usted... Vaya, padre de los despilfarradores y parásitos, la más colonialista de las Hienas Azules, padre putativo de una generación de vidas para carroña y aves carroñera... porque es bueno que se diga, en el programa radial de la mañana por el .630 y se repita, una y otra vez por los canales de TV, usted sólo tiene una filosofía y una solución al estatus... permanecer como la clase política, con este aparato de empleo, carreras en el Gobierno insular de $150,000 anuales y en el Ejecutivo, de medio millón de dólares, pagado por el pendejo contributente o con los fondos federales. Esa es la dependencia que usted quiere...

El nuevo pacto y la Estadidad jíbara Para los Pobres es la misma cosa: el suicidio de ellos y la buena vida del carrerismo electoral, partidario, estadolibrista y colonial... Usted, la mosca muerta, inocula un veneno anestesiador; el mismo que sale de la boca de José Alfredo y toda la genética política que se hereda y se perpetua por su vía, que es el Estado Pordiosero permanente, donde con Baile, Botella y Baraja, te echas a bolsillo al pueblo. Eso es lo que cree, así educa a los hijos para que sean funcionariosm practicantes de situar al pueblo del presunto lugar que les gusta: el bolsillo del político».
Se dice que uno de los escocotadores del soberanismo es el FBI en el deseo de intervenir el proceso electoral de la isla y acobardar e liderazgo general del Cuartel Rojo. El pacto de Río Grande, esa militancia radical de Willy, Churumba y uno que otro, ha molestado a muchos.

«Parece que no quedo claro el mensaje enviado con Ojeda Ríos».

«¿Cómo bajar la moral de esta gente y acobardarlos en masa?».

Y nasta metieron a Acevedo en embrollos, inculpaao de lo que hizo y no hizo.

Para escocotar el soberanismo, amapucharon a quien pudiera lanzarse por el PPD a recobrar el prestigio. El prospecto gubernativo de Alejandro García Padilla cuajó bien pues se ttaya del peor de los miedosos; pero Hernández Colón es el jefe de las Hienas Lloronas en el Cuartel Rojo. Dicen los melones que Hernández y sus grupos son los sepultureros de aquel movimento en la base del PPD que asocian a la Asamblea de Acuerdos Soberanistas en Río Grande.

*

Capítulo Nueve
El líder del Chavito Prieto

«La composición social no es la misma. El sujeto es 'otro'. Y el contexto también.A nadie debe sorprender:el mundo es otro y se dirige hacia otro más complejo y difícil aún. Desaburguesamiento. No lo inventamos nosotros ni lo descubrimos. Lo muestra la realidad. No es culpa nuestra que algunos persistan en 'engañarse' y terminen a la postre comiéndose sus propias manipulaciones... La persistencia de la crisis hace que los viejos mecanismos de control, antiguos trucos que implementara el poder, pueden dar resultados en el manejo de la protesta social por períodos breves. La velocidad del proceso es tal y la recurrencia y profundidad de la crisis, de no ser asumida en plenitud, harán que nuevamente se llenen las plazas del planeta pero con un sujeto que además de la cantidad agregará la calidad»: Los periodistas / Argentina
«La base pepedeísta estuvo más clara que el liderazgo; pero, surgieron unos valientes y el mismo Acevedo Vilá hizo aspavientos de un verdadero Zorro iluminado», no siéndolo.

A la diestra de Acevedo, había verderos valientes. Uno Willy Miranda, de Caguas. Otros, de más o menos, la misma envergadura: Churumba Cordero, de Ponce y Aponte de la Torre, de Carolina. Eran pocos, pero tronadores, con salvajes y claros zumbidos y el más convincente de ellos fue Willy.

El líder del Chavito Prieto, del !% o centavo de impuesto municipal, creyó en la autogestión ciudadana. Con el !% del nuevo arbitrio, sin ladrones en su municipio, hizo obra pública en los barrios cagüeños y educó cuanto pudo a los servidores públicos y electores que los eligen, porque, «en el proceso político de la colonia, hay dos tipos de participantes: los qie sólo quieren permanecer como sustentadores del Status Quo y se valen de quienes los apoyan y, en segundo lugar, están los que desean romper con lo dado, con lo vigente, la inercia de ese nivel de prostitución, que ya no permite más que crisis y más apatía».

Y Miranda Marín aprendió que la crisis mayor se acerca. «Ni América del Norte ni Puerto Rico pueden seguir emitiendo bonos en base a crédito. No más tomar al fiado, ¿quién prestará a un país sin productividad? ¿a un país detenido en su défict, corrupción y bancarrota moral y económica?»

Por supuesto, lo decía, con tal convicción, que hasta los 'popures avergonzaos' y 'pipiolos asustaos', superaban ese sentido degradativo y recobraron los colores de la vergüenza y el valor. «Ahora sí da gusto ser popular y creer en la soberanía», Y Miranda Marín, defensor de Tecnologías Verdes, enfoques ecológicos, cooperativistas y economías de sustentabilidad., una vez que dejaba encendida la tribunam dabe el micrófono a Acevedo Vilá, y «aquí les dejo al Gobernador, al futuro saneador del Estado Libre Asociado, con el nuevo apellido, soberano». Al grito de 'fustigar a los azules' y a los 'vendepatrias', el fuego popular crecía. De modo, que seamos suficientemente honestos. Cuando el secretario del Cuartel Azul y también Comisionado Electoral del PNP, dice al saber que ha muerto «nos regocija el saber que Dios ya lo ha acogido en su reino», ese regocijo sí que es verdadero.

El FBI según avanzó la última teoría de los melones en radiarse se salió con la suya. Ellos preparon un camino de odios y polarizaciones. La oposición había derogado un orgullo simbólico, el papel exclusivo del español como idioma nacional y habían asesinado a otro símbolo, Félix Ojeda Ríos. Acevedo Vilá se atrevió decirlo desde una tribuna del Cuartel Rojo. «El FBI / el Buró de Investigaciones Federales / se ha creído con el derecho de matar puertorriqueños a su conveniencia, a su gusto y gana y eso es una cobardía, que hemos permitido por no contar con derechos soberanos».

En común, todos los líderes de lo que fue llamado el soberanismo tenían en comón un principio filosófico del que Miranda decía que es la oposición a la idea de que los acontecimientos que ocurren en la vida son «para lo mejor, o lo mejor que puede ocurrir». El se enojaba, como un judío renegado al oír la doctrina del gam zu lletovah que son las bazofias de la gente que cree en el Destino o el determinismo ingenuo.

La noción de libertad no está presente en el mundo más antiguo, en el mundo que creyó que el Destino es la Moîra que hilvana para el héroe una vida trágica.

Cuando Miranda se juntaba para la bohemia con esos independentistas rabiosos e intelectuales, verdaderamente humanistas por ser prácticos dejó de utilizar el término «positivista» para describir su enfoque soberanista. «Que se quede en soberanista pela'o». Lo menos que quería es promocionar algo que no se entienda, demasiado sistemático y definitivo. «No quiero que Libertad sea algo que pida permiso a Destinos, a Moira, al amor de Alguna Diictadura, sea Científica o Abstracta». Cambió el positivismo de Rafael Neez, el colombiano, y de Gabino Barreda, el mexicano, por consulta en cada barrio de Caguas. Por espo, aún ya en la tumba, en torno a él crece el mito. A él lo conoce todo el mundo. Convivió entre melones, habló como ellos, pero no era uno de ellos.

Y por no serlo, lo escocotaron estratégicamente. El balazo final se lo dio el cáncer.

*

Capítulo Diez
Coquito y los PNPeos


Yo soy millonario y si voy preso, cuando salga, voy a seguir siendo millonario»: José «Coquito» López Rosario, narcotraficante, asesinado el 29 de julio, 2006
Una de las cosas que él supo, antes de su asesinato, fue que la democracia no existe. Que la toma de decisiones en procesos públicos no es cosa de pueblo, sino de élites de poder. «¿Quieres poder? Ten dinero, o tu pandilla, organiza cómplices». El poder llama al poder, «prepotentemente». El poder es un ritual de magia en el Cuarto Oscuro. O la Cueva de Ladrones. Una transacción de fuerzas, el poder y sus direcciones, que hay que discutirla, sin que otros / rivales / oigan, porque sin violencia no hay poder. Los términos de violencia ejercida y tolerada se hablan en secreto, «no sea que nos avergoncemos, si todavía tenemos una pizca de calor en la cara».

Y él llegó a ser como esos que, por privilegiados, se aupaban en medio de la exuberancia y con todo «a la mano» / servido más abundantemente como el agua que fluye, de regreso, al mar. Comida, fuentes de energía, ropa, dinero, confort / vivienda / la tenía como ellos. Fue su cultura incentivo para el desperdicio, «para tirar o malgastar» y presumir.

Y él tenía su pandilla y sentido / logicidad / para organzar sus transacciones, no sólo con una treintena de vendedores activos, pagaba sicarios eficaces y obedientes. Los concentraba en el área de Carolina y San Juan. Y, cuando todo iba como deseaba, se internaba en Torres de la Sabana y, con amigos, echado en el sofá, se daba el trago, miraba por una terracita su poder, algo de la calma geografía, a más del caserío.

El no era de los que se mofara del saldo de sangre que se derramara cuando se cumplía el trabajo sucio que se debe hacer. Se calcula que su pandilla está asociada a tres decenas de muertos. Y, si buen tuvo suerte que, a lo largo de diez años, sólo por una le echaron el guante, lo cuestionaron, «se me jodía, se hostigaba a mi gente».

En realidad, no fue enjuiciado. El ritual que se debe cumplir siempre lo discute, con franqueza clarificadora, con quienes compete. El también proteje al protegerse a sí mismo.

Tenía ya una forma de organizar la inteligencia. Eso es lo que da el poder. organizar la información, adquirirla y pagarla. A un agente policíaco le dijo: «Yo pago bien por la información; pago bien gordo».

«Si tienes el dinero, compártelo generosamente con tu padilla, organiza cómplices; no que tenga él una pistola para cuidarte la espalda, en peligro de muerte; digo que para cosas benéficas y generosas tengas cómplices». El poder llama al poder, se vincula al poder «prepotentemente», la mayor parte de las veces; pero con el poder se compra la impunidad, que da paz y disfrute. Que es el mejor de los bienes, libertad. El poder es ritual de magia en el Cuarto Oscuro.

«Te dije: la Guarida; pero no se puede vivir exclusivamente para el poder».

Una de las guaridas de López Rosario, según creció como adolescente en el interior de Carolina, fue cualquier parque o predio donde pudiera jugar el béisbol y se sabía su capacidad para jugarlo y otra afición como fue acercarse a los cómplices, de quienes dijera que le facilitaban la impunidad de su quehacer. Es la gente que, con información que se paga, colabora.

«Te tranquiliza ante la presión del enemigo local. La comptencia. El rival».

Cuando habla sobre enemigos, en realidad, incluye en la noción muchas cosas. «El enemigo es la pobreza misma que origina el capitalismo y la democracia». Desde el final de los '80 y los sucesivos años del '90, dijo que la «guerra contra la droga» y la Mano Dura de Roselló era su enemigo. Tenía muy claro quién era Pedro Toledo y la injusticia con que se dispuso a arrestar a mucha gente, falsamente descrita como mafia, productores y distribuidores de drogas.

«Ví muchos que murieron y haría responsable a Toledo de sus ejecuciones».

De un senador azul como Háctor Martinez y otros dos legisladores, Lorna Soto Villanueva y Epifanio Jimenez, requirió informaciones. Pagó, colaboraba con el patrocinio de música de raggaetón para divertir a niños de sus comunidades. Tambié repartió dinero a policías. Y dio crédito cuando los negaban los bancos. No quería ser usurero. Quería ser cooperador y enviar un mensaje.

«Cuando el ciudadano no puede obtener crédito fácilmente, es que la economía de su país se jodió. A veces es necesario un pirata, como aquellos de San Germán, Cofresí o el negro zaptero, Henriquez, que llegara a ser más rico que el Gobierno colonial de España».

Estaba tan consciente y no fue necesariamente presunción cuando dijo: «Yo soy millonario y si voy preso, cuando salga, voy a seguir siendo millonario», pero se lo dijo a otros, a sus presuntos «beneficiados y complicados cómplices». No puedo confiar en los bancos. «Si voy preso, entregan lo mío a mis carceleros. O lo roban para sí. Ningún banco es honesto».

Una de las cosas que él supo, antes de su asesinato, fue que el capitalismo no es puro ni favorece a los pobres. El banco capitalsta, la banca hipotecaria, destroza muchas vidas en Norteamérica y Puerto Rico. Saben a quien dar o no dar un préstamo y a quiénes y cómo robarles. Patrocina, en adición, el financiamiento de proyectos que la mayoría de los trabajadores, sin el poder adquisitivo para comprar, no puede. Hipotecas tóxicas.

«Te meten, sin embargo, en el embrollo, con el fin de joderte. Esperan el momento preciso».

Cuentan con información para la estrategia del tumbe y la extorsión, es lo que infiere.

A Coquito todo el mundo lo quería, a excepción de quienes le mataron. Y si presumía / «Yo soy millonario y si voy preso, cuando salga, voy a seguir siendo millonario», no lo mueva la jactancia. Suele ser piadoso. Se pasea por el Capitolio y, cuando de sus millones disfrutó en público, fue generoso hasta con la competencia; eso sí, sepan que llevaba en la cintura una pistola Glock, debidamente autorizada gracias a que, por gestiones del senador Martínez, fue que obtuvo el permiso. Tenía amigos entre la oficialidad de la Liga Atlética Policíaca en Canóvanas, y con José Chemo Soto, alcalde-Caza-Gárgolas, matador de chupacabras y su hija, compartía sus homenajes.

La DEA federal lo investigó entonces, «pero ni me preocupa ni importa». El ya tiene suficiente dinero para cuidar de la familia, la organización de sus beneficiarios y cómplices. Y declaró a la policía misma, como conocedor del negocio, que los pejes grandes son los gobernadores (hablaría de Puerto Rico, claro) y, a nivel internacional, los presidentes. En el terreno federal, estadounidense, los negocios grandes, narcotráfico al mayor, se hacen con y por ellos.

A nivel de la DEA y el FBI sí se tolera un tráfico local, poquitero, al detal; pero, detener y piratear la mercancía de colombianos, venezolanos, mexicanos o compartir como cosocios el lucro es agenda y territorio de elllos. De gente como Pedro Toledo dijo que le faltaría buenos higados y riñones para cazar los delincuentes verdaderos, «él se caga, todo lo suyo es tan flojo, policíacamente es un tonto y deja que los federales lo neutralicen y lo pongan en su triste rol de
pendejo».

Dijo que, en Puerto Rico e Islas Vírgenes, el uso del Servicio Postal, Express Mail u otros medios de correo, ya no funcionan a los traficantes de droga. Los paquetes se interceptan, de modo que los federales se lo roban todo máxime si se envían tales paquetes desde Puerto Rico con destino a Connecticut, Massachusetts, Nueva York, Pennsylvania y Florida central. También habló sobre el lanzamiento de droga desde aviones («air drops») y las lanchas rápidas como algo en desuso. En esta isla, el tranasporte de la droga por furgones, si llega del extranjero para nuestro consumo, ¿quién se lo reparte? ¿Quién realmente lo examina que no sea la policía federal? ¿Por qué se queda tal droga y se vende? Ya se queda. Crece el mercado al detal, con más policías que delincuentes y no conviene. La lógica que hilvana es que en Puerto Rico es imposible que el narcotáfico exista sin la complicidad del gobierno.

«Y los federales son la Fuente Matriz. La AlQeda».

«Te hablo sobre ésto, la dura competencia, porque yo, en el negocio lo he visto todo», dijo. «Pero no soy yo, en este instante, quien tengo submarino, indetectables para los radares y perseguidores. Tampoco el contacto con las redes policíacas federales y las aduanas enemigas?»

No es que está asustado. Durante el decenio del noventa, cuando entró a las medianas ligas de la mafia, fue exitoso. Y, por aquello de ser uno de los buenos «nenitos pnpeos», guardó sus buenas relaciones con los senadores por Carolina, no presiona más de lo que conviene a Héctor Martínez y Lorna Soto. Le gusta educarse un poco para saber a quien realmente, si le tocara matarlos, hacerlo sin pena. Total, ya le achacan más víctimas que las que matara. Incómodos asesinatos.

Coco fue acusado de dos tentativas adicionales, ocho violaciones a la Ley de Armas y, por otras cuatro infracciones a diferentes artículos del Código Penal.

En total, cuando dio con sus huesos en cárcel, o se le detuvo, fueron 15 las acusaciones agrupadas en cuatro procesos distintos durante muchísimo años, pero, en el Tribunal de Primera Instancia de Carolina, se le proteje. El dinero canta y él lo canaliza en aras del disfrute de la libertad No ha pasado en cautividad un solo día. No fue milagro que se le absolva. Costó dinero.

En ocasiones, él ha visto a Jiménez y Martínez cuando se comportan 'perdidizos' y exhibir el ojo ciego para no ver, temor a los federales. Lo mismo hace la hermosa Lorna, como si le insinuara: «No te conozco; ya no te debo nada». Sin embargo, él financiaba las campañas de todos, hasta del padre de ella, Chemo el Loco. Caza-gárgolas y alcalde.

A veces lo que le gusta es que vean lo que él ha aprendido en esos mundillos peligrosos. No es para que le cuenten lo que es nacer en Puerto Rico y, con los federales, pisando los talones de todos. Cuando el senador Martínez le cargaba la nota echando prácticamene la entera culpa a Acevedo Vilá sobre lo que ocurre en el país, es decir, la crisis, Coquito lo ubicaba: «Mira, tengo 30 años y no me mamo el dedo».

Comenzaba su propio análisis sobre la salida de las empresas que antes se albergaron bajo la sección 936 en Puerto Rico. Estas compañías, como sangüijuelas, chuparon por decenios y por las vías de la exención contributiva local y federal cuanto benefico pudieron y, en cuanto a ganancias, siempre y cuando estuvieran invertidas en Puerto Rico, también se las amparaba, sin el pago de contribuciones y mano de obra barata.

En el 1995, fue el Gobernador Pedro Roselló, el Congreso de los Estados Unidos y otros intereses quienes eliminaron la sección, y se cortan los fondos automáticamente, se desmanteló una base económica, porque se fueron, se mudaron para ya no servir a la isla ni dar siquiera un empleo malo. Concluye que lo que Acevedo Vilá, el gobernador de La Pava, heredó fueron diez años de vida en asfixia, quiebra, agonía que extingue a las 936. «Empresas que se van a China o el Carajo y quebran crédito y solvencia de Puerto Rico».

«¿Víste cómo pusieron a Aníbal contra la espada y la pared?»

Una de las cosas que él supo, antes de su asesinato, fue que las fronteras de su país, su dependencia de la democracia, el político honrado, ideologías americanas, el discurso de redentores, el partido que se le pegue la gana considerar como suyo, la Estadidad, el gringo generoso con su Welfare, mas supo todo eso, la colonia es una mierda en la que no debe creerse... «Regardless of the party in power, they are all crooks», le dijo, «y no es una defensa de Acevedo Vilá, menos de Roselló y Fortuño».

El 23 de julio, 2006, a pocos días de hablarle así, a su amigo Martínez, Coquito fue alcanzado nueve veces en diversas partes de su cuerpo por una ristra de balasos. Él Centro Médico, donde él permanecía para cuidado intensivo, por seis días, estuvo tomado por la policía como si se tratara de un cuartel. Y eran muchos los que, diciéndose amigos, si pensaron en él fue con el deseo de que se acabe de morir. «¡Nueve tiros, carajo, y no se muere!»

* Ir del 11 al 20
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